EL INTERNET, EL PEOR ENEMIGO DE LA SOCIEDAD WATCHTOWER.
Por Víctor Gamboa Delgado
Como dice Don Cameron, ex miembro del Cuerpo gobernante de los Testigos de Jehová; “Si la literatura de la sociedad es su mayor enemigo, entonces internet es su peor pesadilla”. Esto no resulta inequívoco cuando notamos estos dos aspectos, por un lado la literatura de la sociedad Watchtower resulta ser un arma de doble filo, pues si bien es cierto, esta sirve para instruir en su tan heterodoxa doctrina, asimismo esta les sirve de testigo de los innumerables errores doctrinales como, (la prohibición de aplicarse vacunas, la prohibición de realizarse trasplante de órganos) y errores proféticos fallidos (1874, 1914, 1915, 1925, 1926, 1970,1975 etc.) en el transcurso de su historia.
Con el internet, resulta exactamente lo mismo, esta es el mayor testigo y la mejor maestra para quitarle la venda de los ojos a los miembros de bajo rango de los Testigos de Jehová. Si un adepto se tomara la molestia de leer un par de libros o artículos de los tantos que circulan por el internet, con seguridad se generaría la duda en sus mentes. Sin embargo, los líderes de la secta son más astutos y es así que, para evitar que los adeptos se introduzcan en el camino de la verdad y se mantengan en las tenebrosas garras de la secta norteamericana, se enfatizan por satanizar toda literatura que no provenga de los talleres de impresión de la sociedad. ¡Son unos apóstatas! Así llaman a todo aquel que abandone la secta. La sociedad utiliza su propia literatura para persuadir a sus adeptos a no leer literatura extra Watchtaweriana.
“Algunos apóstatas se valen de internet para divulgar información falsa sobre los Testigos de Jehová. Así es que las personas sinceras que deseen informarse sobre nuestras creencias, en ocasiones se topan con propaganda apóstata… evitar todo contacto con estos opositores nos protegerá de su modo de pensar corrupto”. (La Atalaya, 1 de mayo del 2000. Pág. 10, párrafos 9 y 10).
Este es el modus operandi de la secta, les prohíbe toda literatura ajena a la sociedad y aunque resulte un poco extremista, les prohíben incluso leer otras biblias que no sea la traducción del Nuevo Mundo, me pude dar cuenta por una sencilla razón que les voy a compartir en este momento.
Una mañana, muy temprano interrumpieron la paz de mi hogar dos imprudentes hombres tocando la puerta insistentemente, eran Testigos de Jehová. Después del típico protocolo que utilizan para entablar una conversación, al final me dijo lo siguiente:
“solo los Testigos de Jehová damos a conocer el nombre de Dios, su nombre es Jehová, todas las biblias le dan títulos, solo nosotros colocamos el nombre de Dios en la biblia, ¿tiene usted una biblia? Claro que sí, le respondí, pues bien, me dijeron: ¡muéstreme su biblia y yo le demuestro como han sacado el nombre de Dios!
Inmediatamente le saque de mi estudio dos biblias, una católica, la de Jerusalén y una protestante, la Reina Valera. Por supuesto le enseñe que tanto en la biblia católica como en la evangélica estaba el nombre de Dios colocado en las biblias, ya sea Yahveh o Jehová, pero al fin, ahí estaba el nombre Divino. Se quedó mudo, que pena, aquí pasan dos cosas con respecto a estos dos testigos; o son muy ignorantes o simplemente la secta les prohíbe leer toda literatura incluida la biblia, ajena a la sociedad, de lo contrario hubiera sabido que el nombre divino están es todas las biblias Cristianas. Normalmente el testigo de jehová no se instruye, son muy ignorantes en teología, en religión, no conocen más allá de las cuatro paredes de su salón del reino, y se contentan con llenar el cerebro con lo poquito que le puede enseñar su anciano (ciego que guía a ciego, caerán los dos en el mismo hoyo)
También les prohíben leer los libros antiguo s de la sociedad, tales como por ejemplo “millones que hoy viven…” se darían cuenta fácilmente de los falsos profetas que fueron. O por ejemplo, leer la muy conocida “biblia verde de los testigos de Jehová”, (tengo la bendición de poseerla en mi biblioteca) pues se darían cuenta que cuando hablaban de Jesús se referían como Dios. O atalayas “muy antiguas” (escribo entre comillas porque ustedes saben que la secta es muy joven, 146 años de existencia) en la que por ejemplo, hasta 1945 las transfusiones sanguíneas eran permitidas y no solo eso, en las atalayas la promocionaban como una verdadera técnica que salvaba vidas.
Dios es tan grande que afortunadamente contamos con la internet para poder seguir investigando y así sacar del error mortal en el que se están metiendo los adeptos Testigos de Jehová, aquellos que no son cristianos y se rehúsan a aceptar a Jesús como su Dios y salvador. El internet es el peor enemigo de los Testigos y el mayor amigo de los cristianos. Armémonos de valor y así como los cristianos del primer siglo anunciaban el evangelio, así mismo denunciaban las herejías de las sectas que aparecían y querían destruir la sana doctrina, nosotros también, evangelizamos a los testigos de Jehová.
Por Víctor Gamboa Delgado
Como dice Don Cameron, ex miembro del Cuerpo gobernante de los Testigos de Jehová; “Si la literatura de la sociedad es su mayor enemigo, entonces internet es su peor pesadilla”. Esto no resulta inequívoco cuando notamos estos dos aspectos, por un lado la literatura de la sociedad Watchtower resulta ser un arma de doble filo, pues si bien es cierto, esta sirve para instruir en su tan heterodoxa doctrina, asimismo esta les sirve de testigo de los innumerables errores doctrinales como, (la prohibición de aplicarse vacunas, la prohibición de realizarse trasplante de órganos) y errores proféticos fallidos (1874, 1914, 1915, 1925, 1926, 1970,1975 etc.) en el transcurso de su historia.
Con el internet, resulta exactamente lo mismo, esta es el mayor testigo y la mejor maestra para quitarle la venda de los ojos a los miembros de bajo rango de los Testigos de Jehová. Si un adepto se tomara la molestia de leer un par de libros o artículos de los tantos que circulan por el internet, con seguridad se generaría la duda en sus mentes. Sin embargo, los líderes de la secta son más astutos y es así que, para evitar que los adeptos se introduzcan en el camino de la verdad y se mantengan en las tenebrosas garras de la secta norteamericana, se enfatizan por satanizar toda literatura que no provenga de los talleres de impresión de la sociedad. ¡Son unos apóstatas! Así llaman a todo aquel que abandone la secta. La sociedad utiliza su propia literatura para persuadir a sus adeptos a no leer literatura extra Watchtaweriana.
“Algunos apóstatas se valen de internet para divulgar información falsa sobre los Testigos de Jehová. Así es que las personas sinceras que deseen informarse sobre nuestras creencias, en ocasiones se topan con propaganda apóstata… evitar todo contacto con estos opositores nos protegerá de su modo de pensar corrupto”. (La Atalaya, 1 de mayo del 2000. Pág. 10, párrafos 9 y 10).
Este es el modus operandi de la secta, les prohíbe toda literatura ajena a la sociedad y aunque resulte un poco extremista, les prohíben incluso leer otras biblias que no sea la traducción del Nuevo Mundo, me pude dar cuenta por una sencilla razón que les voy a compartir en este momento.
Una mañana, muy temprano interrumpieron la paz de mi hogar dos imprudentes hombres tocando la puerta insistentemente, eran Testigos de Jehová. Después del típico protocolo que utilizan para entablar una conversación, al final me dijo lo siguiente:
“solo los Testigos de Jehová damos a conocer el nombre de Dios, su nombre es Jehová, todas las biblias le dan títulos, solo nosotros colocamos el nombre de Dios en la biblia, ¿tiene usted una biblia? Claro que sí, le respondí, pues bien, me dijeron: ¡muéstreme su biblia y yo le demuestro como han sacado el nombre de Dios!
Inmediatamente le saque de mi estudio dos biblias, una católica, la de Jerusalén y una protestante, la Reina Valera. Por supuesto le enseñe que tanto en la biblia católica como en la evangélica estaba el nombre de Dios colocado en las biblias, ya sea Yahveh o Jehová, pero al fin, ahí estaba el nombre Divino. Se quedó mudo, que pena, aquí pasan dos cosas con respecto a estos dos testigos; o son muy ignorantes o simplemente la secta les prohíbe leer toda literatura incluida la biblia, ajena a la sociedad, de lo contrario hubiera sabido que el nombre divino están es todas las biblias Cristianas. Normalmente el testigo de jehová no se instruye, son muy ignorantes en teología, en religión, no conocen más allá de las cuatro paredes de su salón del reino, y se contentan con llenar el cerebro con lo poquito que le puede enseñar su anciano (ciego que guía a ciego, caerán los dos en el mismo hoyo)
También les prohíben leer los libros antiguo s de la sociedad, tales como por ejemplo “millones que hoy viven…” se darían cuenta fácilmente de los falsos profetas que fueron. O por ejemplo, leer la muy conocida “biblia verde de los testigos de Jehová”, (tengo la bendición de poseerla en mi biblioteca) pues se darían cuenta que cuando hablaban de Jesús se referían como Dios. O atalayas “muy antiguas” (escribo entre comillas porque ustedes saben que la secta es muy joven, 146 años de existencia) en la que por ejemplo, hasta 1945 las transfusiones sanguíneas eran permitidas y no solo eso, en las atalayas la promocionaban como una verdadera técnica que salvaba vidas.
Dios es tan grande que afortunadamente contamos con la internet para poder seguir investigando y así sacar del error mortal en el que se están metiendo los adeptos Testigos de Jehová, aquellos que no son cristianos y se rehúsan a aceptar a Jesús como su Dios y salvador. El internet es el peor enemigo de los Testigos y el mayor amigo de los cristianos. Armémonos de valor y así como los cristianos del primer siglo anunciaban el evangelio, así mismo denunciaban las herejías de las sectas que aparecían y querían destruir la sana doctrina, nosotros también, evangelizamos a los testigos de Jehová.
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