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Los buenos modales que en la Iglesia debemos guardar



LOS BUENOS MODALES QUE EN LA IGLESIA DEBEMOS GUARDAR
Por Padre Edward Broom, OMV (P.Escobita)

Imagine que se le ha invitado a visitar el palacio de un Rey, un sueño hecho realidad. Lo presentan ante “Su majestad”, Él está sentado sobre un trono alto y maravilloso, rodeado de un sinnúmero de siervos obedientes aun a la más pequeña orden dada por Su Majestad. El exterior Real es más que impresionante: un cetro en la mano, una corona de oro con joyas y diamantes resplandecientes sobre su cabeza.

¿Cuál sería su comportamiento en presencia de tan sublime, exaltada y majestuosa escena y persona? Sin duda, su arreglo personal sería impecable. La disposición interior de su corazón sería de reverencia, sumisión y obediencia.

Ahora imagine que usted llega tarde, mal vestido, mascando chicle, hablando de cosas insignificantes y todo esto en presencia del Rey. ¿Cuál sería la reacción del Rey y sus súbditos? Estarían completamente estupefactos y en shock, lo apartarían inmediatamente de la presencia del Rey, lo castigarían con encarcelarlo en el calabozo, un lugar reservado para los degenerados, y acabaría por morir por la espada.

¿No debería ser mucho mayor la reverencia que damos a Jesús en la Santa Misa, el Señor de señores y Rey de reyes?

¿De qué forma podríamos estar manifestando irreverencia hacia el Rey de reyes y Señor de señores, especialmente en la Iglesia que es del Palacio del Rey, y en el mayor de los acontecimientos, el Santo Sacrificio de la Misa? Resaltaré algunas de las ofensas más comunes contra el Rey.

1. PUNTUALIDAD

La falta de puntualidad al llegar a Misa sucede con tanta frecuencia ¿Acaso llegaría usted tarde al cine, o la ópera, al Super-Tazón, al último juego de la serie mundial, o para su ceremonia de graduación para recibir su diploma? ¡Claro que no! Sin embargo, con que facilidad pasa que se es indiferente, irrespetuoso y apático al asistir a Misa.

2. TELÉFONOS CELULARES

¡Déjelos en casa o en el coche! En primer lugar, si tienen el teléfono en el bolsillo, psicológicamente estará esperando algún mensaje y esto le distraerá durante la Misa. Segundo, si suena el teléfono, entonces sí que estará distraído totalmente. Tercero, cuando suena el teléfono durante la Misa, todos en la Iglesia se distraen y eso incluye el sacerdote que celebra la Misa y está actuando en “Persona-Christi” — en la persona de Cristo. Ninguna persona o ningún mensaje está por encima de la Persona y el mensaje de Cristo.

3. COTORREO SIN SENTIDO

Debe haber un silencio absoluto en la Iglesia y especialmente en la Santa Misa. La Iglesia es la casa de Dios y casa de oración. Jesús expresó gran enojo cuando la casa de su Padre fue transformada en un mercado, Él hizo un látigo y expulsó a quienes profanaban el Templo. Indiscutiblemente la Santa Misa es la oración más grande en todo el universo; en cada Misa, los Ángeles llenos de asombro contemplan la sublimidad de Dios que desciende sobre el altar y entra a los corazones humanos – ¡un privilegio que ni los Ángeles tienen! Cualquier conversación, diálogo o broma está totalmente fuera de lugar ante Jesús, Su Majestad, el Rey y Señor. ¿Por qué es malo? Primeramente, es mala educación estar hablando con otros precisamente porque es casa de Dios y es con Dios con quien deberíamos estar hablando. Segundo, distraen y molestan a otras personas de tal forma que ellos tampoco pueden hacer sus oraciones o poner atención en Misa y por tal reciben menos gracias. Por último, ¡con esa cacofonía de ruido que aturde, se pierde el sentido de lo sagrado y del misterio!

4. MODESTIA

Cristianos Católicos recuerden su dignidad. Somos creados a imagen y semejanza de Dios. Por el Bautismo somos templos del Espíritu Santo. Al recibir la Sagrada Comunión nos convertimos en Tabernáculos vivos o Santuarios de Jesús Eucaristía. Y si eso fuera poco, san Pablo define al cristiano como “Embajador de Cristo”. Un embajador representa al Presidente del país, el país en su totalidad y cada ciudadano de ese país. Los cristianos representan al Señor Jesús, Rey de reyes y Señor de señores. Cabe mencionar: los cristianos/católicos son no sólo católicos una hora a la semana el domingo en la Misa, sino más bien las 24-7—es decir son católicos cristianos las 24 horas del día, 7 días a la semana y 365 días al año. Nunca podemos cambiar quiénes somos o tener un cambio de identidad. Somos llamados a seguir a Jesús siempre — en palabra, obra y manera de vestir. ¿Qué mal (perversidad) surge a consecuencia del vestir con inmodestia? En primer lugar, la mujer baja su propia dignidad como hija de Dios. Segundo, ella fácilmente puede ser causa de tentación para los muchos hombres que están presente en la Iglesia. Por naturaleza los hombres son visuales. Como efecto al Pecado Original, ¡los ojos vagan y pueden fácilmente detenerse y centrarse en lo prohibido! Por último, es una grave ofensa a Jesús y María. El modelo para toda mujer en todo los ámbitos y aspectos de la vida debe ser la Santísima Virgen María. Se debe modelar a María en la expresión, acción y vestir. Una mujer debe expresar belleza y dignidad, ¡pero nunca degradarse a sí misma siendo provocativa al punto de ser una causa de tentación, escándalo y pecado! Señor Jesús, ¡salvarnos de ganar el “Premio piedra de molino” por inmodestia e indecoro en el vestir!

5. LA IRREVERENCIA AL RECIBIR LA COMUNIÓN

El momento más sagrado y sublime del Santo Sacrificio de la Misa es la Sagrada Comunión. Un recordatorio muy importante: la Santa Comunión es verdaderamente el Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de Jesucristo nuestro Señor y Salvador. La Hostia consagrada es verdaderamente la Segunda Persona de la Santísima Trinidad. Por lo tanto, Recibidlo con gran reverencia, respeto y adoración—nunca en forma descuidada, frívola, mecánica o distraída. Las manos juntas con devoción, antes de recibir a Jesús haz una reverencia al Rey de reyes y Señor de señores. Cuando el sacerdote o ministro ofrece el Cuerpo de Cristo pronuncia un AMÉN que resuene, AMEN significa ”verdaderamente creo” — es un acto de fe — que es Jesús. Además, recuerda las tres condiciones indispensables para recibir dignamente a Jesús: 1) Fe que la Hostia es verdaderamente Jesús, 2) Ayuno una hora antes de la Comunión, 3) El alma tiene que estar en estado de gracia, que significa no tener pecado mortal en la conciencia.

6. CORRA COMO SI LOS PERSIGUIERA UN TORO

Hay personas que después de recibir la Sagrada Comunión salen corriendo de la Iglesia como si los persiguiera un toro. ¡Qué grosería! Si alguien nos invita a cenar, no saldríamos volando después del postre sin darle las gracias a quien nos invitó. Al contrario, el agradecimiento y la gratitud es el condimento que da sabor a nuestra vida diaria. ¿No deberíamos ser agradecidos con el Señor? La palabra “Eucaristía” significa “acción de gracias”. En conclusión, debemos mantener la mayor reverencia en la casa de Dios. En cada Misa debemos participar plenamente, activamente y conscientemente, ¡como si fuera nuestra primera Misa, nuestra última Misa y la única Misa en la que seremos juzgados por toda la eternidad!

Fuente, fatherbroom.com

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