SI JESÚS MURIÓ EN LA CRUZ, ¿ES CORRECTO DECIR QUE DIOS MURIÓ EN ESA CRUZ?
Este es un tema que hay que entender bien para no caer en el error de pensar que Dios dejó de existir o fue disminuido por la muerte.
Nunca debemos olvidar que en Jesús hay dos naturalezas, él es verdadero Dios y verdadero hombre.
DIOS
Él es adorado (Mt 2, 2; 2, 11; 14, 33; 28, 9)
A Él se le adora (Hch 7, 59; 1 Co 1, 1-2)
Él fue llamado Dios (Jn 20,28; Heb 1, 8)
Él fue llamado "Hijo de Dios" (Mc 1, 1)
Él no cometió pecado (1 Pe 2, 22; He 4:15)
Él sabía todas las cosas (Jn 21, 17)
Él da vida eterna (Jn 20, 28)
En Él habita la plenitud de Dios (Col. 2, 9)
Él adoró al Padre (Jn 17)
Él le oró al Padre (Jn 17, 1)
Él fue llamado hombre (Mc 15, 39; Jn 19, 5)
Él fue llamado "Hijo del Hombre" (Jn 9, 35-37)
Él fue tentado (Mt 4, 1)
Él creció en sabiduría (Lc 2, 52)
Él murió (Rom 5, 8)
Él tiene un cuerpo de carne y huesos (Lc 24, 39)
Si reconocemos que Jesús murió en la cruz y que El es Dios, ¿podemos decir que Dios murió en la cruz?, si, es correcto decir que Dios murió en la cruz. Pero hay que entender bien para no caer en el error de pensar que Dios dejó de existir o fué disminuido.
La Iglesia enseña que "la naturaleza humana de Cristo pertenece propiamente a la persona divina del Hijo de Dios que la ha asumido. Todo lo que es y hace en ella pertenece a "uno de la Trinidad" -Catecismo #470:
470 Puesto que en la unión misteriosa de la Encarnación "la naturaleza humana ha sido asumida, no absorbida" (GS22, 2), la Iglesia ha llegado a confesar con el correr de los siglos, la plena realidad del alma humana, con sus operaciones de inteligencia y de voluntad, y del cuerpo humano de Cristo. Pero paralelamente, ha tenido que recordar en cada ocasión que la naturaleza humana de Cristo pertenece propiamente a la persona divina del Hijo de Dios que la ha asumido. Todo lo que es y hace en ella proviene de "uno de la Trinidad". El Hijo de Dios comunica, pues, a su humanidad su propio modo personal de existir en la Trinidad. Así, en su alma como en su cuerpo, Cristo expresa humanamente las costumbres divinas de la Trinidad (cf. Jn 14, 9-10):
«El Hijo de Dios [...] trabajó con manos de hombre, pensó con inteligencia de hombre, obró con voluntad de hombre, amó con corazón de hombre. Nacido de la Virgen María, se hizo verdaderamente uno de nosotros, en todo semejante a nosotros, excepto en el pecado» (GS 22, 2).
La segunda persona de la Trinidad asumió la naturaleza humana de manera que todo lo que le ocurre a Jesús (nacer, sufrir, morir, etc) se le atribuye a su persona que es divina. Hay una verdadera unión. Así lo enseña el Catecismo:
"... todo en la humanidad de Jesucristo debe ser atribuido a su persona divina como a su propio sujeto... no solamente los milagros sino también los sufrimientos y la misma muerte" Catecismo #468.
468 Después del Concilio de Calcedonia, algunos concibieron la naturaleza humana de Cristo como una especie de sujeto personal. Contra éstos, el quinto Concilio Ecuménico, en Constantinopla, el año 553 confesó a propósito de Cristo: "No hay más que una sola hipóstasis [o persona] [...] que es nuestro Señor Jesucristo,uno de la Trinidad" (Concilio de Constantinopla II: DS, 424). Por tanto, todo en la humanidad de Jesucristo debe ser atribuido a su persona divina como a su propio sujeto (cf. ya Concilio de Éfeso: DS, 255), no solamente los milagros sino también los sufrimientos (cf. Concilio de Constantinopla II: DS, 424) y la misma muerte: "El que ha sido crucificado en la carne, nuestro Señor Jesucristo, es verdadero Dios, Señor de la gloria y uno de la Santísima Trinidad" (ibíd., 432).
Tal vez nos sea más sencillo comprenderlo con un jemplo: Jesús nace de María, por lo tanto Dios nació de María. Por eso ella es Madre de Dios. Sabemos que Dios existe eternamente y no comienza a existir hace 2000 años. Pero si comienza a ser hombre hace 2000 años.
Igualmente la Iglesia enseña que Jesús murió en la cruz y como la persona de Jesús es divina, Dios murió en la cruz, sin con esto implicar que Dios dejó de existir, ya que sabemos que Dios no tiene principio ni fin. La naturaleza divina de Jesús no murió en la cruz, su naturaleza humana sí.
"Oh Cristo Dios, que por tu muerte has aplastado la muerte" (Tropario, citado en el Catecismo # 469)
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Por: Corazones.org
Nunca debemos olvidar que en Jesús hay dos naturalezas, él es verdadero Dios y verdadero hombre.
DIOS
Él es adorado (Mt 2, 2; 2, 11; 14, 33; 28, 9)
A Él se le adora (Hch 7, 59; 1 Co 1, 1-2)
Él fue llamado Dios (Jn 20,28; Heb 1, 8)
Él fue llamado "Hijo de Dios" (Mc 1, 1)
Él no cometió pecado (1 Pe 2, 22; He 4:15)
Él sabía todas las cosas (Jn 21, 17)
Él da vida eterna (Jn 20, 28)
En Él habita la plenitud de Dios (Col. 2, 9)
HOMBRE
Él le oró al Padre (Jn 17, 1)
Él fue llamado hombre (Mc 15, 39; Jn 19, 5)
Él fue llamado "Hijo del Hombre" (Jn 9, 35-37)
Él fue tentado (Mt 4, 1)
Él creció en sabiduría (Lc 2, 52)
Él murió (Rom 5, 8)
Él tiene un cuerpo de carne y huesos (Lc 24, 39)
Si reconocemos que Jesús murió en la cruz y que El es Dios, ¿podemos decir que Dios murió en la cruz?, si, es correcto decir que Dios murió en la cruz. Pero hay que entender bien para no caer en el error de pensar que Dios dejó de existir o fué disminuido.
La Iglesia enseña que "la naturaleza humana de Cristo pertenece propiamente a la persona divina del Hijo de Dios que la ha asumido. Todo lo que es y hace en ella pertenece a "uno de la Trinidad" -Catecismo #470:
470 Puesto que en la unión misteriosa de la Encarnación "la naturaleza humana ha sido asumida, no absorbida" (GS22, 2), la Iglesia ha llegado a confesar con el correr de los siglos, la plena realidad del alma humana, con sus operaciones de inteligencia y de voluntad, y del cuerpo humano de Cristo. Pero paralelamente, ha tenido que recordar en cada ocasión que la naturaleza humana de Cristo pertenece propiamente a la persona divina del Hijo de Dios que la ha asumido. Todo lo que es y hace en ella proviene de "uno de la Trinidad". El Hijo de Dios comunica, pues, a su humanidad su propio modo personal de existir en la Trinidad. Así, en su alma como en su cuerpo, Cristo expresa humanamente las costumbres divinas de la Trinidad (cf. Jn 14, 9-10):
«El Hijo de Dios [...] trabajó con manos de hombre, pensó con inteligencia de hombre, obró con voluntad de hombre, amó con corazón de hombre. Nacido de la Virgen María, se hizo verdaderamente uno de nosotros, en todo semejante a nosotros, excepto en el pecado» (GS 22, 2).
La segunda persona de la Trinidad asumió la naturaleza humana de manera que todo lo que le ocurre a Jesús (nacer, sufrir, morir, etc) se le atribuye a su persona que es divina. Hay una verdadera unión. Así lo enseña el Catecismo:
"... todo en la humanidad de Jesucristo debe ser atribuido a su persona divina como a su propio sujeto... no solamente los milagros sino también los sufrimientos y la misma muerte" Catecismo #468.
468 Después del Concilio de Calcedonia, algunos concibieron la naturaleza humana de Cristo como una especie de sujeto personal. Contra éstos, el quinto Concilio Ecuménico, en Constantinopla, el año 553 confesó a propósito de Cristo: "No hay más que una sola hipóstasis [o persona] [...] que es nuestro Señor Jesucristo,uno de la Trinidad" (Concilio de Constantinopla II: DS, 424). Por tanto, todo en la humanidad de Jesucristo debe ser atribuido a su persona divina como a su propio sujeto (cf. ya Concilio de Éfeso: DS, 255), no solamente los milagros sino también los sufrimientos (cf. Concilio de Constantinopla II: DS, 424) y la misma muerte: "El que ha sido crucificado en la carne, nuestro Señor Jesucristo, es verdadero Dios, Señor de la gloria y uno de la Santísima Trinidad" (ibíd., 432).
Tal vez nos sea más sencillo comprenderlo con un jemplo: Jesús nace de María, por lo tanto Dios nació de María. Por eso ella es Madre de Dios. Sabemos que Dios existe eternamente y no comienza a existir hace 2000 años. Pero si comienza a ser hombre hace 2000 años.
Igualmente la Iglesia enseña que Jesús murió en la cruz y como la persona de Jesús es divina, Dios murió en la cruz, sin con esto implicar que Dios dejó de existir, ya que sabemos que Dios no tiene principio ni fin. La naturaleza divina de Jesús no murió en la cruz, su naturaleza humana sí.
"Oh Cristo Dios, que por tu muerte has aplastado la muerte" (Tropario, citado en el Catecismo # 469)
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