#Afteroffice: el especial "detrás de cámaras" (Parte 8)

Especial de recuento

Por Juan M. Rodea

El #Afteroffice (Parte 8): ¿qué tanto se logró en todo este tiempo?

Pues como se habrán dado cuenta los que han seguido la sección, hubo días de buena y fluida participación, días de debate que en el mejor de los casos continuó –cuando no hubo necesidad de banear perfiles y eliminar comentarios– y días de poca actividad.

Enmedio de todo esto, se cumplió el objetivo de presentar temas que a todo católico conciernen desde la propia persona hacia el resto de la Iglesia y el mundo, evidentemente la reflexión transforma porque nos hace ir hacia dentro de nuestro ser para enfrentar aquello que nos cuesta trabajo para ofrecerlo a Dios, sanar y generar suficiente resilencia para hacer lo que nos toca, podremos salvar almas y dejar nuestro legado de bien a nuestro paso de estar preparados desde esa dimensión de nuestro ser.

Tan es así que yo puedo compartir que esto también me ayudó a ser una especie de catarsis, pasar por risas y lágrimas al momento de elaborar el material de apoyo y/o buscar referencias mientras se cruzaban vivencias reales donde veía lo que ocurría en el momento, o bien, sentimientos encontrados que tenían que ver con el pasado.

Bien puedo compartir mis problemas de salud y la crisis existencial que pasaba cuando cursaba la universidad y que me desenfocó en la Fe y varios otros aspectos de mi persona, tanto que de ser de los mejores promedios tuve que regularizarme en periodos extraordinarios para poder titularme (y quedando a décimas de una beca para una maestría). Y afuera no estaban las cosas mejores, en las ciudades medianas no hay mucho trabajo para los economistas, no se diga conservarlo –algo que igualmente no fue posible debido a que igualmente mi salud flaqueó y después de algunas situaciones fuera de control, perdí mi trabajo, el que hasta entonces había sido el mejor–, y aunque viví medio año en la ciudad más conglomerada de habla hispana tampoco conseguí algo tan afín como para no renunciar y regresar a provincia.

Intenté mil cosas como freelancear, me acerqué a los medios católicos nuevamente en aras de una respuesta y ahí fue donde poco a poco fui descubriendo lo valioso de mi profesión, su objeto de estudio es de los más directamente implicados en algo que estoy cada día más seguro que es mi llamado para construir el Reino: la Doctrina Social de la Iglesia, y por eso fue que decidí resumir esta primera etapa con una serie específica sobre el tema:




Debo de advertir que al finalizar esta sesión me sentí sorprendido y emocionado a la vez, pues durante el día 4 alcancé poco más de 6,000 visualizaciones y el día anterior el post tuvo el comentario récord de participación en longitud al alcanzar los 60 renglones en modo PC. Y en definitiva esto confirma una enseñanza: nosotros no vemos en su totalidad el alcance de lo que hacemos para Dios, lo vi esta semana en una película de la cuál no mencionaré el título ni la escena para no acabar haciendo un #spoiler, y lo noté nuevamente en un tweet en inglés que me dieron ganas de traducir:

Dios podría hablar a veces a tu corazón de una forma simple, no lo confundas con insignificancia. Las pequeñas cosas en manos de Dios son importantes. https://t.co/AUllnDMHzx

— J Manuel Rodea (@ManuelRodea) July 13, 2019

Naturalmente lo confirmé al ponerme a pensar qué habrá pasado con las 6,000 personas que vieron el post de mitad de semana, o con las más de 7,000 que vieron el comentario y que con ello podrían animarse más a participar y/o compartir, y cada vez que compartes es información que alguien más puede llevarse, y cuando la tiene puede decidir no hacer nada o lo contario a lo que puede recomendar y/o implicar, o bien puede actuar en consecuencia y al comunicar verbalmente o con su efecto pudo transformar el entorno, para que se entienda mejor, quizás algo así:



A la mejor has visto ya un video parecido y por tanto podría parecer trillado a primera vista, pero, dada la antigüedad que tiene YouTube, ¿no crees que el que acabas de ver está inspirado en otro que se hizo alguna vez, y luego ese a su vez en otro y así hasta la fundación de YouTube y que el primero que se hizo pasó del cine al internet o algo así?, igualmente nosotros podemos santificar nuestro entorno simplemente con un saludo o un consejo, ¡imagínate si hiciéramos aún más!

"Yo hago lo que usted no puede, y usted hace lo que yo no puedo. Juntos podemos hacer grandes cosas."Santa Teresa de Calcuta

Jesús dijo que el Reino de Dios ya estaba aquí desde que el pisó este mundo, basta anunciarlo y demostrarlo para que sea posible, pues entre más pueda verse su Gloria en cada pequeño detalle del funcionamiento de esta sociedad que cada vez está más necesitada de Dios, más personas han de conocer el Evangelio, convertirse, salvarse y ser parte de esta Gran Familia que triunfa en el Proyecto de Salvación.

Llego a la conclusión que me parece que no solamente yo percibo: a toda reflexión hay una reacción de igual o de mayor magnitud. Así de dinámica debe ser la interiorización del Evangelio que va hacia una gradual y poderosa transformación desde adentro del hombre hacia su prójimo y su entorno.

Como te habrás dado cuenta, esta sección impactó de primera mano de forma crucial en mi vocación como laico y profesionista, y de alguna forma aunque apenas la hayas visto yo sé que algo te estás llevando y en algún momento harás uso de esa riqueza o se la podrás obsequiar a alguien a quien aprecies.

Queda entonces una pregunta: ¿qué tanto te ha servido lo que aquí se comparte y cómo crees que puedes empezar a ponerlo en práctica?

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