El Papa Francisco ha asegurado que la oración continua es como respirar: toma ritmo poco a poco y se extiende durante toda la jornada.
“La respiración –dijo el Papa- no cesa nunca, ni siquiera mientras dormimos; y la oración es la respiración de la vida”.
Por ello, el Santo Padre ha propuesto a los fieles 3 oraciones sencillas que podemos repetir desde que nos levantamos hasta la hora de dormir:
¡Señor Jesucristo, ¡Hijo de Dios, ten piedad de mí pecador!
“Señor, ten piedad de nosotros”.
“Señor, ayúdame”.
El Papa Francisco comparó la oración con un “pentagrama musical, donde nosotros colocamos la melodía de nuestra vida”.
“No es contraria a la laboriosidad cotidiana, no entra en contradicción con las muchas pequeñas obligaciones y encuentros, si acaso es el lugar donde toda acción encuentra su sentido, su porqué y su paz”.
La oración no está peleada con nuestras actividades
El Papa aseguró que estas oraciones sencillas son importantes por ejemplo, en la vida de un padre y una madre, con mil ocupaciones, que no encuentran en su vida largos momentos de paz para la oración.
“Pueden sentir nostalgia por un periodo de su vida en el que era fácil encontrar tiempos cadenciosos y espacios de oración. Después, los hijos, el trabajo, los quehaceres de la vida familiar, los padres que se vuelven ancianos”.
“Se tiene la impresión de no conseguir nunca llegar a la cima de todo. Entonces hace bien pensar que Dios, nuestro Padre, que debe ocuparse de todo el universo, se acuerda siempre de cada uno de nosotros. Por tanto, ¡también nosotros debemos acordarnos de Él!”.
“Los tiempos dedicados a estar con Dios avivan la fe, la cual nos ayuda en la concreción de la vida, y la fe, a su vez, alimenta la oración, sin interrupción”.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario