“Diego, yo quiero cantarle esta canción al Papa”. Cuando Diego Verdaguer escuchó estas palabras de su esposa, la también cantante Amanda Miguel, algo en su interior le dijo que lo iba a lograr.
Hacía muy poco tiempo que se había confirmado la segunda visita del Papa Juan Pablo II a México, en 1990. La canción a la que se refería Amanda era “El rostro del amor” y Diego la había escrito poco tiempo antes en coautoría con la compositora Anahí Lucrecia van Zandweghe para que ella la interpretara.
Un milagro
En una entrevista en 2019 con Multimedios Televisión, el cantante fallecido este 28 de enero, recordó esta anécdota como un verdadero milagro.
“Fue mágico (…) cuando nosotros compusimos esta canción fue en la segunda visita. En realidad, tengo que decir algo, yo no le compuse la canción al Papa, la canción se llamaba ‘En todo está Dios”.
“Ya la habíamos grabado y ya estaba por salir el disco y nos enteramos de que Juan Pablo II llegaba a México; entonces, Amanda me dijo, y fue un milagro, ella me dijo ‘ay, Diego, cómo me gustaría cantarle esta canción al Papa, yo adoro al Papa”.
En ese momento, recuerda Diego, supo que el deseo de Amanda se convertiría en realidad. Poco tiempo después estaba trabajando en una casa productora de Televisa, cuando el productor Agustín Cadena se acercó a él con una petición un tanto desesperada:
“Salió, fumando, y me dijo ‘Diego, ¿cómo estás? ¿No tendrás una canción? Porque me encargaron la visita del Papa y no sé qué canción poner’. Yo iba caminando y salió en mi cruce”.
Entonces, Verdaguer le dio una copia del nuevo tema y se puso a trabajar. A los pocos minutos, el productor volvió emocionado, y le dijo: Esta es la canción.
Después de pasar todos los filtros correspondientes, El Rostro del Amor se convirtió en el himno oficial de aquella visita, y le dio a la pareja la oportunidad de conocer al Santo Padre.
“Fue un honor para nosotros, un orgullo y algo inolvidable. Estuvimos con el papa después, nos recibió en El Vaticano, nos bendijo el matrimonio, le bendijo la garganta a Amanda y conversamos brevemente, fue una experiencia maravillosa”.
“Era un hombre brillante, cultísimo, profundo (…) un hombre fantástico, un ser humano maravilloso”.
¿Conoces la letra? Aquí puedes leerla:
El rostro del amor
Cuando pienso
Que este mundo a mi alrededor
Existí una vez
Solo en tu imaginación
Cada vez que levanto los ojos al cielo azul
Entre tantas estrellas bañándome con su luz
Que pequeña soy
Cuando entiendo
Que vivimos en la eternidad
Porque ne realidad
No hay principio ni final
Esas cosas que todos deseamos
Alguna vez
Esos sueños de gloria riquezas y de poder
Que pequeño soy
Y regreso a ti
Porque veo por fin
Que no hay otro camino
Tu eres la vida
La semilla el fruto y la flor
La chispa divina
Que encendí en las tinieblas al sol
El espíritu de la creación
El rostro del amor
Cuantas veces nos asesinamos sin razón
Por la pequeñez
De una idea o de un color
Cuanta sangre inocente costa nuestra estupidez
Cuantas lagrimas hemos llorado hasta entender
Cual es la lección
Y volvemos por fin
Porque llevan a ti todos nuestros caminos
Tu eres la vida
Manantial
Que no se agota jamas
La luz encendida
Que nos guía en el camino a la paz
La esperanza de un futuro mejor
El rostro del amor
Tu eres la vida
La semilla el fruto y la flor
La chispa divina
Que encendí en las tinieblas al sol
El espíritu de la creación
El rostro del amor
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