El Papa Francisco recibió este lunes a los integrantes de la Agencia Tributaria de Italia (Agenzia delle Entrate), y ofreció un importante discurso en el que manifestó su punto de vista sobre el cobro de impuestos.
El Santo Padre aseguró que recaudar impuestos no se trata de “meter las manos en los bolsillos de la gente”, sino una cuestión de legalidad y justicia, siempre y cuando el dinero se utilice correctamente.
“La legalidad en el ámbito de la fiscalidad es una forma de equilibrar las relaciones sociales, apartando fuerzas a la corrupción, la injusticia y la desigualdad. Pero esto requiere una cierta formación y un cambio cultural”.
“Como se suele decir, la fiscalidad se considera como ‘meter las manos en los bolsillos de la gente’. En realidad, los impuestos son un signo de legalidad y justicia. Debe favorecer la redistribución de la riqueza, protegiendo la dignidad de los pobres y de los últimos, que siempre corren el riesgo de ser aplastados por los poderosos”, destacó.
El Papa Francisco aseguró que la transparencia es uno de los factores que logran que las personas se motiven a seguir pagando lo que les corresponde.
“Sobre todo si la recaudación ayuda a superar las desigualdades, a realizar inversiones para que haya más trabajo, a garantizar una buena sanidad y educación para todos, a crear infraestructuras que faciliten la vida social y la economía”.
El dinero no es malo
El Papa Francisco insistió en que la Biblia no demoniza el dinero, sino que invita “a hacer un buen uso de él, a no ser esclavos de él, a no idolatrarlo”.
“Cuando los impuestos son justos –insistió-,son para el bien común”, e invitó a trabajar para que crezca “la cultura del bien común, para que se tome en serio el destino universal de los bienes que la doctrina social de la Iglesia sigue enseñando aún hoy, heredándola de la Escritura y de los Padres de la Iglesia”.
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