En el Evangelio de san Lucas 19,11-18, Jesús dice: “Al que tiene se le dará, pero al que no tiene se le quitará hasta lo que tiene”. Esto provoca confusión en algunos fieles, e incluso llegan a pensar que Jesús se equivocó, pues resulta una injusticia. Pero, ¿cómo entender esta frase?
En primer lugar, debemos decir que Jesús no estaba hablando de vienes materiales. Si Jesús hubiera estado hablando de este tipo de bienes, cabría esperar que, en efecto, al que tiene más se le pudiera quitar algo de lo que le sobra para dárselo a quien tiene menos, y desde luego sería una gran injusticia despojar al pobre de lo poco que tiene.
Pero no se refiere a bienes materiales sino espirituales. A todos los dones y bendiciones con que Dios nos ha colmado. Si los aprovechamos, si sabemos ejercerlos, para gloria Suya y bien de nuestros hermanos, nos dará más. Si los desperdiciamos, si los dejamos sin dar frutos, los perderemos.
¿No tienes tiempo de orar?
Pongamos un ejemplo: una persona que cada día dedica un cuarto de hora a la oración, comienza a disfrutar tanto sus ratitos con el Señor, que sin sentir va aumentando el tiempo que pasa en diálogo con Él, y aumentan también las gracias que recibe en estos encuentros.
Le sucede algo curioso, mientras más se acerca a Dios, más cerca de Él quiere estar. Recibe cada día más y más gracias.
En cambio alguien que dice que no tiene tiempo de orar y a duras penas dedica muy de vez en cuando un ratito a la oración, permite que se vaya enfriando su relación con Dios, va perdiendo el gusto por conversar con Él y cuando menos se acuerda, lleva meses o años de lejanía. Lo poco que tenía se le quitó.
Con los dones y bendiciones de Dios sucede al revés de lo que ocurre con los bienes del mundo: mientras más los das, más tienes, pero si no los ocupas, no los conservas, los pierdes.
De ahí que el Señor diga que al que tiene se le dará más y al que tiene poco se le quitará eso poco que tiene. No se comete ninguna injusticia porque cada uno es responsable de lo que tiene o deja de tener.
Esa es una gran verdad gracias por abrir mis ojos
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