“Tengo el corazón entristecido por el tiroteo en la escuela primaria en Texas”. Con estas palabras, el Papa Francisco condenó el asesinato de 19 niños y dos maestras en una escuela primaria de Texas, Estados Unidos, perpetrado por un joven de solo 18 años de edad.
El Santo Padre se sumó a la condena de los Obispos de Estados Unidos y aseguró que es tiempo de decir basta al tráfico indiscriminado de armas.
“¡Comprometámonos todos para que tragedias como esta no puedan ocurrir más!”, instó el Pontífice.
El pasado 24 de mayo, un joven de nombre Salvador Ramos, entró en la escuela primaria Robb, en Uvalde, -una comunidad de apenas 16 mil personas ubicada en el centro de Texas-, se atrincheró y comenzó a disparar contra profesores y alumnos.
De acuerdo con información oficial, Ramos cursaba el último año de educación básica y había comprado dos armas justo el día que cumplió 18 años.
En un comunicado, la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos también lamentó la masacre y llamó a las autoridades a tomar todas las medidas necesarias para que esto no vuelva a ocurrir.
“Ha habido demasiados tiroteos en escuelas, demasiadas matanzas de inocentes. Nuestra fe católica nos llama a rezar por los que han muerto y a curar las heridas de los demás, y unimos nuestras oraciones a las de la comunidad de Uvalde”, pidieron.
“Mientras lo hacemos, cada uno de nosotros también debe buscar en su alma formas de hacer más para comprender esta epidemia de maldad y violencia e implorar a nuestros funcionarios electos que nos ayuden a tomar medidas”.
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