La Iglesia no rechaza a los homosexuales, sino que lo hacen “personas de la Iglesia”, dice el papa Francisco en respuesta a una carta enviada por el sacerdote jesuita estadounidense James Martin sobre las preguntas más comunes que le hacen los católicos LGTBQ y sus familias.
”Dios es padre y no reniega de ninguno de sus hijos”, escribe el pontífice en su breve respuesta, publicada hoy en el medio “Outreach”, junto a las preguntas del padre Martin: ¿Qué diría que es lo más importante que las personas LGBT deben saber de Dios?, ¿Qué le gustaría que la gente LGBT supiera sobre la iglesia? y ¿Qué le dice a un católico LGBT que ha experimentado el rechazo de la iglesia?
El resultado es una “mini-entrevista”, según la define el sacerdote, activista de los derechos de los católicos LGTBQ, editor general de la revista jesuita América y nombrado por Francisco consultor de la Secretaría de Comunicaciones del Vaticano en 2017.
”Respecto a tus preguntas se me ocurre una respuesta muy sencilla”, escribe Francisco en una carta manuscrita en español que aparece publicada en el medio estadounidense junto al texto en inglés.
A la primera pregunta, el papa responde que “Dios es Padre y no reniega de ninguno de sus hijos. Y ‘el estilo’ de Dios es ‘cercanía, misericordia y ternura’. Por este camino encontrarás a Dios”, mientras que respecto a qué le gustaría que la comunidad LGTBQ supiera de la Iglesia afirma que “leyeran el libro de los Hechos de los Apóstoles. Allí está la imagen de la Iglesia viviente”.
Sobre lo que le diría a un católico de esa comunidad que haya sufrido el rechazo de la Iglesia, Francisco es claro.
”Le haría ver que no es ‘el rechazo de la Iglesia’ sino de ‘personas de la Iglesia’. La Iglesia es madre y convoca a todos sus hijos”, asegura, antes de señalar, como ejemplo, “la parábola de los invitados a la fiesta: ‘justos, pecadores, ricos y pobres, etc’. Una Iglesia ‘selectiva’, una Iglesia de ‘pura sangre’, no es la Santa Madre Iglesia, sino una secta”, afirma.
El papa ha condenado en numerosas ocasiones el rechazo de las personas homosexuales y en enero pasado, durante una audiencia general, pidió a los padres que acompañen a un hijo que tiene una diferente orientación sexual y no esconderse en comportamientos de condena.
El religioso argentino había dicho con anterioridad que los gays tienen derecho a ser aceptados por sus familias como hijos y hermanos.
También ha dicho que, aunque la Iglesia no puede aceptar el matrimonio entre personas del mismo sexo, puede apoyar las leyes de uniones civiles destinadas a otorgar a las parejas homosexuales derechos conjuntos en materia de pensiones y asistencia sanitaria y en cuestiones de herencia.
El año pasado, la oficina doctrinal del Vaticano publicó un documento que decía que los sacerdotes católicos no pueden bendecir las uniones entre personas del mismo sexo, una decisión que decepcionó enormemente a los católicos homosexuales.
En algunos países, como Estados Unidos y Alemania, las parroquias y los ministros han empezado a bendecir las uniones del mismo sexo en lugar del matrimonio, y se ha pedido a los obispos que las institucionalicen de facto.
Los conservadores en el seno de la Iglesia afirman que el Papa -que ha enviado notas de agradecimiento a los sacerdotes y monjas que atienden a los católicos homosexuales- está dando señales contradictorias sobre la homosexualidad, confundiendo a algunos fieles.
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