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El Tribunal Superior pide desconectarlo; Archie lucha por su vida


Archie Battersbee es un niño de 12 años que desde principios de abril se debate entre la vida y la muerte en el Royal London Hospital, en la capital de Inglaterra, a causa de un grave daño cerebral que sufrió al participar en un desafío de internet que lo llevó a quedar colgando de la parte superior de las escaleras de su casa, con una ligadura alrededor del cuello.

Pero esta no es la única batalla que actualmente libra, pues ahora el Tribunal Superior de Inglaterra, a través de la División de Familia, ha pedido que se dé por concluido el tratamiento y se le retire el soporte vital por haber sido diagnosticado con muerte cerebral.

Al conocer la decisión del Tribunal Superior, la madre de Archie, Hollie Dance, señaló que apelará la decisión, pues el corazón de Archie aún late y ha mostrado algunas respuestas físicas favorables. “A mi hijo no se le ha dado suficiente tiempo, y ha habido milagros en los que las personas han regresado de lesiones cerebrales”, señaló en entrevista con el diario The Guardian.

Las mejorías de Archie Battersbee

Archie Battersbee -que era un gimnasta prometedor y un apasionado por las artes marciales-, si bien no ha recuperado la conciencia desde el trágico suceso, su familia ha notado mejorías notables en su condición, como abrir los ojos y apretar los dedos de su madre.

Los médicos han sugerido que se trata sólo de respuestas nerviosas. Pero la familia de Archie insiste en que si se le da un tiempo más puede recuperarse.

En la Navidad pasada comenzó a preguntarle a su madre si podía ser bautizado en la Iglesia Católica. Ella no se opuso, pero tampoco lo consideró una prioridad. Cuando Archie fue hospitalizado poco antes de Semana Santa, Dance hizo los arreglos necesarios para que Archie fuera bautizado en la cama donde aún se halla.

Dance y sus otros dos hijos, Lauren, de 20 años, y Tom, de 22, también fueron bautizados como católicos al día siguiente.

“Conozco milagros de personas que han regresado de tener muerte cerebral –ha dicho Dance-. Puede que no sea el mismo que era, pero si existe la posibilidad de que pueda vivir una vida feliz después de esto, quiero dársela”.

La apelación

La pelea de Hollie Dance contra el Tribunal Superior parece que será prolongada, pero cuenta con todo el apoyo de su familia, que ha creado una página de Instagram para documentar el caso y el progreso de Archie.

El público también ha enviado su apoyo a través de una campaña de GoFundMe, “Solo para Archie”, que ha recaudado más de 20.000 libras esterlinas”.

El capellán del hospital también les ha ofrecido apoyo espiritual, y se han estado realizando servicios de oración desde la capilla todos los domingos, transmitidos a través de Facebook. Esta actividad semanal ha atraído la participación de personas de todo el mundo que desean orar por la recuperación de Archie.

Además de apelar la sentencia, Dance también pide a los profesionales médicos de otros países que levanten la mano para ofrecerse a hacerse cargo del caso de Archie con el fin de sanarlo. Mientras tanto, advierte a los padres que sean conscientes de los peligros de los retos de Internet, y que hablen de ello con sus hijos.

Un precedente fatídico: caso Alfie Evans

Todo parece indicar que Hollie Dance ahora experimentará la batalla que en 2018 vivieron los padres del pequeño Alfie Evans, quien, a la edad de dos años, fue internado en el Hospital de Liverpool a causa de un trastorno neurodegenerativo no diagnosticado.

Crónica de una conversión anunciada

La familia de Archie Battersbee hasta hace poco vivía sin la esperanza de un Dios Creador y Salvador. Sin embargo, Holli Dance recién declaró que no aceptaría la decisión del Tribunal “hasta que sea la voluntad de Dios”.

Y es que Dance se convirtió al catolicismo en Pascua, el mismo día en que su hijo fue bautizado en su cama de hospital, de acuerdo con el New Daily Compass.

Sin embargo, Archie desde hace dos años comenzó a sentir una atracción por la fe católica, en virtud de que en la calle de su casa hay una iglesia, y él a menudo observaba a los feligreses acudir a Misa. Como atleta y futuro boxeador, Archie tomaba nota de cuando los boxeadores a los que seguía hablaban de su fe o rezaban antes de una pelea.

Al igual que sucedió recién con el caso de Archie Battersbee, en aquel entonces el Tribunal Superior ordenó retirarle a Alfie el soporte vital por considerar que su situación era “desagradable e inhumana”, lo que resultó en una batalla legal con los padres del pequeño.

En aquella época, el caso del pequeño Alfie llamó la atención del Papa Francisco, quien recibió en el Vaticano a los papás del pequeño. En esa ocasión el Papa Francisco emitió su opinión sobre el particular, totalmente contraria a la decisión del Tribunal, asegurando que sólo Dios es el dueño de la vida.

La intención de los Padres de Alfie era sacarlo del Hospital de Liverpool y trasladarlo al  Hospital Pediátrico Bambino Gesù de Roma, que ya había dado autorización para su ingreso, y donde lo esperaban para administrarle al pequeño un tratamiento alternativo.

Los esfuerzos fueron infructuosos; el cuerpo médico le retiró al pequeño Alfie Evans el soporte ventilatorio, y falleció el 28 de abril de 2018.

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