Como católicos, ¿qué podemos aprender de este juicio entre Johnny Depp y Amber Heard?, ¿se volvió una guerra que no ayuda a nadie?
Algunas personas de la comunidad me han preguntado sobre el veredicto del juicio de Johnny Depp y Amber Heard, famosos artistas de cine de Hollywood. Sin duda el más conocido es Depp por la cantidad de películas taquilleras en que ha participado.
Desde los medios de comunicación se hablaba de quién tenía la razón, todo esto acompañado de morbo por la cantidad de detalles personales que se dijeron. Hubo verdades a medias, mucha acusación y difamación mutua.
Se cuestionaba, por los medios de comunicación masiva, la violencia surgida en la pareja. ¿Dónde quedó la verdad? Lo que más surgió fue la mentira y la difamación.
Estas situaciones mediáticas de gente famosa e influyente en los medios, para bien o para mal, nos deja más preguntas que respuestas sobre lo que sucedió entre ellos.
El juicio concluye dando el veredicto: Amber Heard difamó a Johnny Depp en su columna de The Washington Post en la que se presentaba como víctima de abuso doméstico. Y el jurado determinó que ella también fue difamada por un antiguo abogado del actor.
Élla le pagará 15 millones de dólares, y ella recibirá una una compensación de US$2 millones.
¿Así queda todo arreglado y en paz? Todo queda en indemnizaciones…
Las preguntas que quedan para una enseñanza:
-¿En qué está cimentando el mundo moderno el Matrimonio? ¿La fama y el dinero?
-Se habló de mucha violencia y drogas, a un grado de denigrar totalmente a la persona.
-No estaba, siento yo, en juego el valor del Matrimonio, lo que importaba era la demanda por dinero ¿Un mundo que se mueve por el dinero y deja fuera el amor? ¿Los corazones se curan con algo de dinero?
-Se volvió una guerra de sexos: ¿quién es el bueno y el malo? Según el veredicto, la más mala fue la mujer. Y, como de película, ¿el héroe salió victorioso? El dolor queda en el corazón de cada uno de ellos, las heridas las llevarán toda la vida.
-No se trata de un conflicto “sexista, ni feminista, ni machista”.
La lección: los egoísmos afectan a todos
Podemos sacar una enseñanza, la fama y el dinero no dan la felicidad; “el tener todo” no te hace feliz.
Los egoísmos afectan a todos y dañan a las personas que les rodean. Es una triste realidad donde faltan los valores, donde resalta el abismo al cual camina la humanidad al alejarse de Dios y poner su esfuerzo en las cosas y lo superfluo.
El Señor ayude a estas dos personalidades, les devuelva la paz y la armonía en su corazón; sepan perdonarse entre ellos y empiecen a vivir lejos de las apariencias y conveniencias de un mundo contrario a los valores del Reino.
AMÉN 🙏
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