En los últimos días, “LaMDA” se ha convertido en tendencia en Internet luego de que un ingeniero de Google asegurara que el sistema de inteligencia artificial desarrollado por la compañía estadounidense había tomado consciencia y era “sintiente”. ¿Esto puede preocupar a la Iglesia Católica?
Entrevistado, el P. Mario Arroyo, doctor en Filosofía por la Pontificia Universidad de la Santa Cruz en Roma y catedrático de la Universidad Panamericana en Ciudad de México, alentó a que “no nos dejemos engañar”, pues lejos de ser un sistema consciente “se trata de un programa que aprende”.
“Puede alimentarse con todo un background de data inmenso, con el cual puedes simular una conversación entre personas, pero eso no significa que sea una persona”, precisó.
“El hombre, con su capacidad técnica, puede emular esa conciencia pero no puede crearla, por ser una cualidad propiamente espiritual”, precisó.
En declaraciones recogidas por el diario estadounidense The Washington Post, el ingeniero Blake Lemoine comparó a “LaMDA” con un niño de 7 u 8 años que pareciera saber sobre física.
De acuerdo a The Washington Post, Lemoine fue suspendido con pago por Google por violar las políticas de confidencialidad de la empresa.
Al presentar a LaMDA en un artículo publicado en mayo, Google explicó que su nombre se basa en las iniciales de “Language Model for Dialogue Applications” (Modelo de lenguaje para aplicaciones de diálogo), y destacó que el sistema “puede participar de manera fluida en una cantidad aparentemente infinita de temas”.
Esta “habilidad”, continuó Google, “que podría desbloquear formas más naturales de interactuar con la tecnología y categorías completamente nuevas de aplicaciones útiles”.
En un comunicado publicado por The Washington Post, la corporación estadounidense desmintió a Lemoine, y precisó que “la evidencia no apoya sus aseveraciones”, pues no hay “evidencia de que LaMDA fuera sintiente (y muchas evidencias contra eso)”.
No solo Google ha refutado a Lemoine, sino diversos científicos que trabajan en el desarrollo de inteligencia artificial.
Entre otros, Gary Marcus, científico y escritor fundador de Geometric Intelligence, que fue comprada por Uber, calificó lo dicho por Lemoine sobre LaMDA como “disparates”.
“Ni LaMDA ni ninguno de sus primos son remotamente inteligentes. Todo lo que hacen es unir patrones, extraer información de bases de datos estadísticas masivas del lenguaje humano”, explicó.
“Los patrones pueden ser geniales, pero el lenguaje que pronuncian estos sistemas en realidad no significa nada en absoluto. Y seguro que no significa que estos sistemas sean conscientes”, subrayó.
¿Qué es la conciencia?
El P. Arroyo dijo a ACI Prensa que “desde un punto de vista religioso, la conciencia es una facultad espiritual, es una característica de la espiritualidad del hombre”.
La conciencia, continuó, “no puede producirse con elementos materiales sintácticos”, y destacó que la propia ciencia aún no ha logrado “descubrir en el cerebro humano qué es propiamente hablando la conciencia”.
“Si no sabemos qué es la conciencia a nivel del cerebro, precisamente por ser una cualidad espiritual en el hombre, pues menos puede haber una conciencia en una emulación del cerebro puramente física”, indicó el Doctor en Filosofía.
El sacerdote mexicano explicó que “la Iglesia Católica ve a la inteligencia artificial como un avance realmente fabuloso”, pero “considera que el nombre de inteligencia no es el más adecuado”.
La llamada inteligencia artificial, indicó, “es un producto meramente técnico creado por el ingenio humano, y depende absolutamente del hombre para su realización”.
“La conciencia es precisamente lo que nos coloca por encima de toda la realidad material. La única realidad hasta el momento que conocemos que tiene conciencia es el hombre, la única realidad inteligente y con conciencia”, dijo.
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