El pastor de la secta "La Luz del Mundo" evitó una potencial cadena perpetua gracias a un sorpresivo acuerdo de culpabilidad con los fiscales en el que reconoció haber abusado de 3 niñas. Era procesado por 17 cargos de abuso sexual.
Este miércoles, Naasón Joaquín García, líder de la iglesia La Luz del Mundo, fue condenado a 16 años y 8 meses de prisión por los tres cargos vinculados al abuso sexual de tres adolescentes que acudían a un templo de su congregación en el Este de Los Ángeles, en California, de los que admitió ser culpable.
El 'apóstol', como lo conocen en su iglesia, enfrentaba la posibilidad de recibir cadena perpetua. Se enfrentaba a 19 delitos, incluyendo tráfico humano y posesión de pornografía infantil. Pero el acuerdo de culpabilidad que aceptó la Fiscalía de California cambió eso y por eso fue ampliamente criticado por víctimas y exfieles, que lo consideran “una burla”.
Antes de anunciar los años de condena por cada cargo, el juez Ronald S. Coen señaló que tenía 38 años en ejercicio y que aún no dejaba de asombrarse por lo que "alguna gente es capaz de hacer en nombre de la justicia". Se excusó con las víctimas por no dar al líder de la Luz del Mundo una mayor sentencia y explicó que estaba "de manos atadas" por el acuerdo. A Naasón, enfático, le dijo: "Usted es un depredador sexual".
Tras conocerse la sentencia, las Jane Doe se abrazaron y lloraron juntas en la sala de la corte.
Joaquín, con un traje naranja y su rostro parcialmente cubierto por un tapabocas, estuvo sentado al lado de sus abogados escuchando a las víctimas relatar los abusos que sufrieron. Nunca les dirigió la mirada, ni siquiera en los momentos más desgarradores de esos testimonios.
"¿Recuerdas cómo disfrutabas asfixiándome hasta que vomité? ¿Recuerdas cómo les ordenaste que me sujetaran para que no me resistiera? ¿Recuerdas haberme dicho que no pararías hasta que dejara de gritar? ¿Recuerdas cuando querías que te trajera a mi hermanita para que pudieras hacerlo? Te dije que solo tenía 14 años", relató acongojada una de las víctimas, identificada como Jane Doe 4. Naasón no se movió al escuchar a la mujer.
La acusadora continuó relatando detalles de los abusos sufridos, entre los que contó que fue obligada a tener sexo con otras personas, que fue "sodomizada" y que sufrió otras formas de violencia.
Otra de las víctimas, Jane Doe 1, dijo que nadie que no estuviera en La Luz del Mundo podía "entender el tenor del lavado de cerebro" que había en el templo. "Este predador de niños merece estar en la cárcel por el resto de su vida", dijo, pidiendo la "máxima sentencia".
"Usaste mi fe para silenciarme y rendirme (...) Nunca perdiste la oportunidad de decirme que así era como funcionaba la religión y que tenía que sacrificarme", dijo otra de las Jane Doe, que también contó que fue violada cuando aún era virgen. "Me usaste como tu esclava sexual (...) Y cuando no era tu escalava sexual fui tu esclava personal, tenía que cocinar (...) Odiaba la forma en que me tocabas (...) Te llevaste todo de mí, absolutamente todo".
Contó que tiene problemas para dormir, que tiene pesadillas permanentes: "Estoy segura de que mi dolor físico es menor (...) Vivo en un dolor inaguantable todo el tiempo. No hay un sola parte de mi cuerpo que no haya sido tocada por su abuso", agregó. Explicó que ha recibido ayuda psicológica, pero que lo único que la mantiene de pie es su hija.
Naasón Joaquín García, pederasta confeso
Naasón, de 53 años, confesó ser un pederasta ante la justicia y sus fieles y así evitar un juicio en el que se iba a mostrar material explícito de agresiones sexuales a niñas.
En su iPhone le encontraron imágenes de pornografía infantil, mensajes de textos en los que habla sobre drogar a sus doncellas para que fueran “más complacientes” y el video de un trío sexual con un menor, según los fiscales.
Este es el primer caso en que un líder religioso mexicano es llevado ante la justicia por abuso sexual. Hace 25 años, su padre Samuel Joaquín enfrentó una serie de acusaciones en México, similares a las de su hijo, pero estas no prosperaron.
La Luz del Mundo, con presencia en casi 60 países y con más de un millón de feligreses, varios de estos en Estados Unidos, queda ahora bajo el mando de un pederasta convicto y su futuro es incierto.
Durante tres años, desde su arresto al llegar al aeropuerto de Los Ángeles en 2019, Naasón Joaquín dijo ser víctima de calumnias y culpó a sus detractores, a la prensa, “el fanatismo” y la intolerancia religiosa.
“Sé que lo único que van a poder hacer contra mí es exhibirme. Nada de lo que se me acusa lo podrán probar, porque nunca lo hice”, escribió en una carta que se leyó en los templos hace unos días.
Pero 72 horas antes de que iniciara la selección del jurado que revisaría las evidencias, su postura dio un viraje sorpresivo. El viernes por la tarde, en una audiencia casi secreta, se presentó ante el juez Ronald S. Coen para aceptar que había cometido tres delitos.
Los cargos de los que se declaró culpable son: actos lascivos contra una niña, una denunciante anónima identificada como ‘Jane Doe 1’; copulación oral forzada en agravio de la víctima ‘Jane Doe 2’; y copulación oral forzada de una persona menor de 18 años, que cometió contra una adolescente identificada como ‘Jane Doe 3’. Estos conllevan un castigo de hasta 16 años y 8 meses de cárcel.
Lo que hacen algunos marranos usando la religión o su propia convicción de lo que es la religión.
ResponderBorrarCon todo el respeto este cerdo debería pagar por lo menos cincuenta años de cárcel por lo que hizo.