Decenas de pruebas que exoneran a muchos sacerdotes católicos del delito de la pederastia, están contenidas en las diez páginas presentadas ante el Tribunal Superior del Condado de Los Ángeles por un famoso abogado estadounidense, Donald H. Steiner, el cual afirma que "un agente del FBI que trabajó conmigo en las investigaciones anteriores relacionadas con la Iglesia llegó a la conclusión de que más o menos la mitad de los casos de abuso eran falsos".
En el sitio www.themediareport.com Steiner dice que no es sólo eso, sino que en las investigaciones más recientes se ha demostrado que esas acusaciones son totalmente falsas.
Hay muchos puntos que avalan esta tesis, tales como los testimonios de aquellos que se quejaban sólo después de enterarse de la compensación recibida por las víctimas (incluso familiares), pagadas por las diócesis. "La mayoría de las denuncias de las víctimas estaban llenas de contradicciones." Si bien es cierto que las víctimas puede tener recuerdos muy confusos, para establecer su credibilidad y la buena fe debe haber siempre un equipo de psiquiatras especializados. Significativo, Steiner concluye que "setecientos certificados de salud mental de los acusadores fueron firmados por un solo analista”.
Los que se deciden a denunciar a sacerdotes son manipulados por Snap, una asociación de víctimas de abusos, en cuya web hay incluso una guía ilustrada que explica cómo confesar ante el tribunal a fin de que los cargos coincidan con los de otras personas. Las ganancias que esto implica, naturalmente, son muy altas. Si Steiner tiene razón, uno podría preguntarse por qué la Iglesia (como sucedió en la Diócesis de Los Ángeles, hasta hace poco gobernada por el conocido obispo liberal Monseñor Mahony) no se ha esforzado en averiguar la verdad para defender a las personas que han sido injustamente acusadas.
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