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El llanto del secretario personal de Benedicto XVI al hablar sobre el estado de salud del papa emérito.



“Los últimos años han agotado sus fuerzas, pero sigue manteniendo intacto su humor”, ha asegurado Georg Gänswein

Hasta en tres ocasiones se ha conmovido el secretario personal de Benedicto XVI, Georg Gänswein, al hablar del estado de salud del papa emérito durante su participación en un encuentro organizado por la Fundación Joseph Ratzinger- Papa Benedicto XVI.

La primera ha sido al recordar unas palabras que le dijo Benedicto XVI: “Nunca pensé que el camino entre el monasterio Mater Ecclesiae –donde vive desde su renuncia en 2013– y las puertas del paraíso sería tan largo”. Además, explicó que estas fueron palabras que el papa emérito dijo “con buen humor”.

Una gran dulzura

“El Papa Emérito se ha convertido en un hombre muy anciano, físicamente frágil, pero cuya mente y ojos, gracias a Dios, todavía están despiertos y brillantes”, aseguró Gänswein, incidiendo en que, si bien “los últimos años han agotado sus fuerzas”, Benedicto XVI “mantiene intacto su humor”.

El secretario personal de Ratzinger reconocía, al final de su alocución, que la profunda admiración que siente por él nace de la “dulzura” que destaca en el carácter del papa emérito. “Estaba muy feliz cuando le informaron sobre la ceremonia de hoy. Parecía un niño. Y me pidió que enviara cálidas bendiciones a todos los presentes”, aseguró.

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