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Justo cuando nadie lo esperaba la Santa Sede sorprendió -especialmente al mundo alemán- con una declaración que venía a decir “¡cuidado!” con la deriva sectaria que está tomando la iglesia en ese país. Y es que una mirada a unos cuantos hechos recientes muestran que, efectivamente, la declaración era muy necesaria.
Entre esos recientes episodios que reflejan esa deriva está la apertura que la diócesis de Hildesheim ha hecho para dar la “missio canonica” a personas LGBT y divorciadas vueltas a casar civilmente para dar enseñanza religiosa. La praxis actual en la Iglesia impedía esa posibilidad por razón de lógica natural: si la Iglesia enseña una cosa sobre el matrimonio y la sexualidad humana pero el que da la clase no vive lo que enseña, ¿dónde queda la autoridad del testimonio por parte del enseñante?
La diócesis de Hildesheim ha dictado una nueva regulación por lo que los profesores de religión católica ya no tienen que vivir lo que en principio deben enseñar. Hasta antes de esta decisión, los profesores de religión católica debían hacer una promesa para «impartir educación religiosa de manera creíble de acuerdo con las enseñanzas de la Iglesia Católica y observar los principios de las enseñanzas de la Iglesia en su conducta personal de vida». Desde el 1 de julio ya no. Bastará, según la diócesis alemana, con “la voluntad de impartir con credibilidad la instrucción religiosa de acuerdo con la enseñanza de la Iglesia Católica y contribuir con lealtad crítica a una Iglesia viva que irradie positivamente y sea atractiva para los jóvenes”. Sí sigue como condición la “pertenencia formal a la Iglesia católica”, lo que supone el pago del impuesto religioso que la Iglesia alemana ni siquiera se abre a discutir y que es vinculante para el que se declara católico en ese país.
Ya en noviembre de 2021 el jefe del departamento de educación de la diócesis, Jörg-Dieter Wächter, afirmó que “El hecho de que a las personas divorciadas que se han vuelto a casar, por ejemplo, no se les permita formalmente enseñar educación religiosa ya no es comprensible”.
Pero este camino de esta diócesis no fue al azar. Encontró inspiración en la praxis obrada en la diócesis alemana de Osnabrück. En esa diócesis había un modelo similar incluso desde antes del inicio del Camino Sinodal Alemán.
En la diócesis de Maguncia el “teólogo” Stephan Goertz afirmó a la prensa que el mandamiento que prohíbe el ejercicio de la sexualidad fuera del matrimonio ya quedó desfasado. El ejercicio de la sexualidad dentro del matrimonio es de otro tiempo, asegura. La “relevancia” de esta afirmación no es propiamente el decir de un teólogo más sino que este es el sentir general reflejado en la tercera asamblea sinodal del Camino Sinodal Alemán de febrero de 2022. Los participantes pidieron “modernizar” la moral sobre las relaciones sexuales extramatrimoniales, la homosexualidad y la anticoncepción.
Sobre anticoncepción también habló la co-presidenta del Camino Sinodal Alemán, la sra. Irma Stteter-Karp quien en un artículo para el suplemento Christ und Welt, del periódico Die Zeit (14.07.2022), exigió que se garantizase las intervenciones médicas para abortos. Casi 2 mil católicos han firmado una petición para que se destituya a la sra. Irma de la co-presidencia pero la Conferencia Episcopal Alemana no ha hecho caso. De hecho, tras conocer la polémica suscitada por su declaración, la sra. Stetter-Karp, quien también es presidenta del Comité Central de los Católicos Alemanes, se reivindicó en sus palabras.
En materia de moral sexual también se ha pronunciado recientemente el secretario general del Comité Central de los Católicos Alemanes, Marc Frings. En un artículo publicado en la web del lobby LGBT asesorado por el jesuita James Martin, Frings pide un “reajuste claro de la enseñanza de la Iglesia sobre la homosexualidad”.
Como se puede advertir, la declaración de la Santa Sede del jueves 21 de julio era muy necesaria. Tal vez por eso ha sido contestada por algunos representantes de esa deriva.
Autor: Joachin Meisner Hertz
De hecho que todas estas cosas pasaran y muchas otras tambien que no son propiamente de los mandatos del Señor Jesús y que causaran mucho daño a la iglesia catolica, desde luego que estos hechos de desobediencia aparecen en el catolicismo dentro del mismo cuerpo, el Señor lo sabe, y también éstos en el momento adecuado sufrirán las consecuencias de sus actos por lo mismo que esta testamentado biblicamente y lo van a tener que rendir, o mas tarde o más temprano, eso solo Dios lo sabe, me dá pena como católico enterarme de estos desaciertos porque se ha dado cabida a la debilidad de la carne y no se ha fortalecido en el Espiritu para seguir los actos indebidos aborrecidos por Dios desde el inicio de su creacion a su imagen y semejanza......Bendito sea Dios
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