La Arquidiócesis de Hermosillo, en el estado mexicano de Sonora, deploró la realización de la obra blasfema “La Mamá Cabaret” que ataca a la Virgen María, y que ha suscitado la indignación de los fieles católicos.
En un tuit del 22 de julio, en el que se dirigió a Alfonso Durazo, gobernador de Sonora, y al Instituto Sonorense de Cultura, la Arquidiócesis señaló que “es lamentable que, si en verdad se busca la corresponsabilidad para construir la concordia social, se promuevan eventos que lastiman la sensibilidad de miles de ciudadanos, como el de ‘La mamá cabaret’”.
“Eso solo polariza, ¿es esa la intención?”, cuestionó la Arquidiócesis de Hermosillo.
El 19 de julio se presentó en el Teatro San Luis Río Colorado, en el marco de un festival de teatro, la obra “La mamá, cabaret” de Gonzalo García González, quien se disfraza de un personaje que sería la Virgen María.
El sitio web del gobierno del estado de Sonora señala en la obra se puede ver a la Virgen que viene a la tierra “para iniciar una campaña política” tras “el fracaso de su hijo –Chuy, como lo llama– y de los hombres, para lograr la salvación”.
La obra, prosigue, es una “contraposición al Papa” y “un testamento honesto de cómo reivindicar al feminismo y la lucha de las mujeres ante un patriarcado siempre hostil y opresor”.
En la obra, refiere la gobernación de Sonora, “esta Virgen María posmoderna, iconoclasta y rabiosamente actual” tiene “un penacho en vez de aureola, con voz aguardientosa (sic) que modifica piezas bien tradicionales del cancionero popular mexicano”.
Escándalo y blasfemia
En una publicación del ISC, una gran cantidad de personas mostró su descontento por la obra blasfema.
“Su falta de respeto es evidente, para crear escándalo, cuando no tienen talento, ni posibilidades de sobresalir por mediocres, la mediocridad de quien ejecuta esta burla es tan evidente, como la ineptitud de quien la apoya, poca cosa. Es evidente la falta de cultura. Pésimo desempeño”, afirma Nohemí González Acencio.
Para Claire Jacques Camou, “La mamá cabaret” es “una gran blasfemia contra Nuestra Madre Santísima. Yo como mujer católica y mexicana les pido que respeten nuestras creencias. Ya basta de estar ofendiendo”.
“Increíble de verdad, cuánta ofensa a nuestra Iglesia Católica, qué horror. Con las cosas sagradas no se juega”, dijo Miriam Romero.
En opinión de María Adelaida Trelles, la obra es una gran “grosería. Qué asco de gobierno tenemos que permite confundir de esa manera la cultura. Eso no es cultura, como se atreven, como es posible que el instituto esté haciendo esto, es el colmo”.
“Indudablemente se nota el poco ingenio y creatividad del autor, la mediocridad e ignorancia que alberga su mente”, afirma Karla Cano Oviedo.
“Ruego para que Dios y la Santísima Virgen María se apiaden de alma, porque verdaderamente no saben lo que hacen”, concluyó.
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