Las cosas van mal en la Iglesia en muchos países, entre ellos España, con falta caída en el número de vocaciones, creyentes y practicantes… Sin embargo, en la otra punta del mundo sucede todo lo contrario: por ejemplo, en Corea del Sur, donde el número de cristianos se ha disparado sobre todo en las últimas cuatro décadas.
Allí, hay casi 52 millones de habitantes y los cristianos representan el 29% de la población, es decir, unos 15 millones, superando a budistas (23%) y a otras religiones (entre ellas, el islam, con unos 30.000 seguidores) y movimientos religiosos. Del total de cristianos, el 18% son protestantes y el 11% católicos, siendo estos últimos los que han tenido el crecimiento más rápido: en 1900, sólo suponían el 1% de los surcoreanos y el porcentaje era similar en 1960, pero en sólo 50 años se dispararon hasta 5,3 millones (10% población) en 2011, algo en lo que contribuyó el cardenal Kim Sou-hwang y la visita del papa san Juan Pablo II en 1984. Así, en 2017 ya había 5,8 millones de católicos.
stos son algunos de los motivos, pero hay muchos otros. Por ejemplo, el centro de investigaciones Pew Research ha destacado que desde 2012 Corea del Sur ha tenido niveles bajos de restricción gubernamental a la religión y niveles bajos de hostilidad social hacia o entre grupos religiosos, y actualmente, la libertad de culto está garantizada por la Constitución surcoreana.
Desde 2012 Corea del Sur ha tenido niveles bajos de restricción gubernamental a la religión y de hostilidad social hacia o entre grupos religiosos, y actualmente, la libertad de culto está garantizada por su Constitución
Todo ello en un país al que el cristianismo llegó en el siglo XVII, gracias a los jóvenes que iban a China a estudiar confucianismo y allí tuvieron contacto con los misioneros católicos, así como a diplomáticos coreanos que se encontraron con el catolicismo en Japón. Según otros expertos, el cristianismo arraigó porque fue una alternativa a la rigidez jerárquica del confucianismo; durante la ocupación japonesa, se convirtió en baluarte de lo coreano; tras la guerra civil entre el norte y el sur, había miseria y destrucción, así como ocupación de tropas estadounidense, el trabajo principal de los misioneros fue dar de comer a la gente y los gobiernos situaron como prioridad la instrucción del pueblo, fundando escuelas por todas partes (actualmente católicos y protestantes mantienen una gran cantidad de ellas). Además, durante la larga dictadura militar, el cardenal Kim Sou-hwang, arzobispo de Seúl, impulsó el fuerte compromiso de la Iglesia Católica en el campo social y convirtió la catedral Myong-dong en un refugio para opositores no violentos en la que los militares nunca se atrevieron a entrar.
El Papa Francisco visitó Corea del Sur en 2014 y pudo ver el fuerte crecimiento de los católicos de primera mano, que también aportan un buen número de misioneros a otros países. Cada año se celebrar más de 130.000 bautismos… Una gran noticia para la Iglesia Católica ante la descristianización creciente de Occidente y puede que ahora tengan que venir misioneros de allí a lanzar la conversión y la reconversión aquí.
Bendito sea Dios
ResponderBorrarJunto a las razones políticas y sociales que mencionan, está la más importante: la fidelidad a la tradición y al magisterio de la iglesia y una predicación Cristo céntrica, no antropocéntrica.
ResponderBorrarGracias a Dios, que el Espiritu Santo siga guiando a la gente de este pais, como dice la Sagrada Escritura: conocereis la verdad y la verdad os hara libres
ResponderBorrarLa sangre de los mártires, es garantía para Corea del sur.
ResponderBorrar🙏🏻❤️🙏🏻❤️🙏🏻❤️🙏🏻❤️🙏🏻❤️🙏🏻
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