¿PUEDE AGRADAR A DIOS QUE ME QUEDE SOLTERO?
Es un pregunta muy compleja puesto que no existe una vocación como tal a ser soltero. La vocación o llamado puede ser a la vida matrimonial o al sacerdocio y la vida religiosa. No existe propiamente una vocación a la soltería, aunque bien es cierto que hay personas que no están llamadas al matrimonio y tampoco son aptas para la vida sacerdotal o religiosa, eso no quiere decir que estas personas no puedan ser inteligentes y estar sanas. Por eso en la vida de la Iglesia ha surgido la figura del laico consagrado, que sin casarse ni ser religioso lleva una vida célibe, muy entregada a Dios.
O bien no tienen que estar necesariamente consagradas sino que hay muchos casos de personas piadosas que se dedican a la oración en medio del mundo y que no están llamadas a una vida de comunidad.
Si que hay profesiones o situaciones que hacen aconsejable en determinadas circunstancias la soltería. Por ejemplo hay profesiones como la medicina, la ciencia, el periodismo etc que en según que casos requieren dedicación exclusiva y hacen complicado el matrimonio. Pensemos un reportero de guerra o un aventurero etc….
En cualquier caso lo que si que tienen que seguir todas las personas es la vocación a la santidad, en el estado de vida que Dios te llame, en medio del mundo o en una cartuja. Es bueno tener un buen director espiritual que ayude a discernir. El matrimonio por ejemplo es algo muy serio y muchas personas se casan sin la debida madurez o preparación y así acaba en fracaso. Mucho más delicada es la elección de candidatos al sacerdocio y a la vida religiosa. Antiguamente exigían haber vivido bastantes años una vida de castidad para ser apto para entrar.
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