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El milagro eucarístico que ocurrió después del fallecimiento del beato Carlo Acutis


Un sacerdote explicó un asombroso milagro eucarístico que ocurrió unos días después de la muerte del beato Carlo Acutis.

Carlo es mejor conocido por sus increíbles habilidades de programación de computadoras y su sitio web dedicado a los milagros eucarísticos. Carlo murió de leucemia el 12 de octubre de 2006. El Papa Francisco lo beatificó el 10 de octubre de 2020.

El padre Mark Goring de la parroquia de St. Mary en Ottawa, Canadá, explica el milagro eucarístico “fenomenal” que ocurrió el 21 de octubre de 2006 en Tixtla, México. Dijo que mucha gente lo asocia con Carlo por su profunda devoción eucarística y lo cerca que ocurrió después de su muerte.

“Una religiosa estaba repartiendo la comunión en el momento de la comunión…” dice el padre Goring mientras cita el libro, “Milagros Eucarísticos del Mundo”.

“Sus ojos se llenaron de lagrimas. Esto inmediatamente llamó la atención del celebrante. La hostia que había tomado para dar la comunión a un feligrés había comenzado a supurar una sustancia rojiza“.

El padre Goring luego explica lo que encontraron los investigadores científicos:

“Dos estudios realizados por eminentes peritos forenses con diferentes métodos han demostrado que la sustancia se origina en el interior, excluyendo la hipótesis de que alguien podría haberla aplicado desde el exterior”.

“Este fue un descubrimiento fascinante: esta sustancia roja que rezumaba de la hostia consagrada tenía las propiedades de una herida”, dijo el padre Goring.

“La sangre proviene del interior del cuerpo y se esparce”.

“[El libro] continúa diciendo, ‘el tejido corresponde al músculo cardíaco’. (Lo cual es tan consistente en todos los milagros eucarísticos: encontramos tejido cardíaco humano).

“Dice: ‘No existe ningún estudio que pueda mantener vivo el tejido cardíaco en esta situación. Normalmente, después de 48 horas, el tejido muere. Mientras estaba aquí, habían pasado tres meses antes de que se pudiera obtener el resultado, y esto es realmente inexplicable para la ciencia’”.

El Reverendísimo Alejo Zavala Castro (obispo de la Diócesis de Chilpancingo-Chilapa en ese momento), solicitó esta investigación científica a través del Dr. Ricardo Castañón Gómez.

El equipo científico emitió esta declaración:

“La sustancia rojiza analizada corresponde a sangre en la que hay hemoglobina y ADN de origen humano.

“Dos estudios de eminentes peritos forenses que utilizan diferentes metodologías han demostrado que la sustancia se origina desde dentro, excluyendo la hipótesis de que alguien podría haberla colocado desde fuera.

“El tipo de sangre es AB, similar al que se encuentra en el Lanciano Host y en la Sábana Santa de Turín. Un análisis microscópico de aumento y penetración revela que la parte superior de la sangre se ha coagulado desde octubre de 2006. Además, las capas internas subyacentes revelan, en febrero de 2010, la presencia de sangre fresca.

“El evento no tiene una explicación natural”.

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