Credo del Sufrimiento
CREO en el sufrimiento como en una elección y quiero hacer de cada latido, un sí de correspondencia al amor.
CREO que el sacrificio es un telegrama a Dios con respuesta segura de Gracia.
CREO en la misión redentora del sufrimiento. Me acercaré a quien sufre como el relicario que guarda el “Lignum-crucis” de la Pasión.
Doy un margen de fe al dolor en lo que tiene de poda necesaria y viviré en silencio mi hora de germinación, con la esperanza a punto.
CREO en la función útil de la soledad. Los pantanos se hacen en las afueras, para recoger la fuerza del agua y luego devolverla en luces y energía.
CREO que la acción y sacrificio cristianos se traban como la era y la lumbre de un cirio. Cuanto más pura es una inmolación tanto más resplandeciente su testimonio.
CREO que la inutilidad física revierte en provecho espiritual de todos. El arco iris de la Redención se tensa desde la inmovilidad de un niño hasta la invalidez que dan los clavos de una Cruz.
Daré a Dios los panes y los peces de mi corazón para que ÉL los convierta en milagro de salvación para todos.
Árbol de Dios, con raíces y ramas, viviré con las rodillas atornilladas y las manos metidas en las estrellas, encaramando nuestra savia y porteando hacia abajo la cosecha de la Gracia. Amén.
Beato Manuel Lozano Garrido.
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