El gobierno polaco ha creado dos nuevas disciplinas académicas, los estudios bíblicos y los estudios sobre la familia. «Ambas son especialmente necesarias en Polonia», afirmó el ministro de Educación, Przemysław Czarnek, quien el mes pasado afirmó que «Polonia será cristiana o no existirá»
En su intervención en la Universidad Católica de Lublin (KUL), Czarnek reveló que ha firmado una ordenanza por la que se crean los nuevos campos de estudio. Señaló que el país ya cuenta con varios investigadores destacados en estas áreas, y «tenemos un gran potencial para desarrollarlas realmente», en particular en la KUL.
La disciplina de los estudios sobre la familia es especialmente vital porque «sin la familia no existiremos dentro de 50 años», añadió Czarnek según la agencia PAP.
Sin embargo, «desde hace varios años en Polonia -y desde hace varias décadas en Europa occidental- asistimos a un fuerte ataque a la familia», advirtió. Esto ha provocado «una crisis de la familia», por lo que «es tan importante establecer el campo y la disciplina de los estudios sobre la familia».
«La ciencia es la búsqueda de la verdad. Tenemos que encontrar la verdad sobre la familia y mostrar esta verdad a la sociedad», explicó el ministro. También añadió que «queremos fortalecer los estudios bíblicos polacos para que se pueda crear en Polonia un centro similar al de Jerusalén, Suiza y Estados Unidos».
Además de ministro de Educación, Czarnek es también profesor de Derecho en la KUL. Desde que entró en el gobierno en 2020 ha buscado que la religión tenga un mayor papel en la educación y ha atacado de forma repetida la «ideología LGBT».
Hace unas semanas, Czarnek advirtió que «Polonia será cristiana o no existirá». El año pasado, pidió que los niños recibieran una educación cristiana para «salvar la civilización latina» y sugirió que las escuelas utilizaran los escritos del Papa Juan Pablo II para enseñar negocios y sexualidad.
El nombramiento de Czarnek como ministro de Educación suscitó protestas entre muchos académicos liberales, cientos de los cuales firmaron cartas pidiendo su cese y un boicot internacional contra él.
En respuesta al último anuncio del ministro, Jan Hartman -profesor de filosofía en la Universidad Jagellónica y destacado activista anticlerical- argumentó en un artículo para Polityka que los nuevos campos de estudios bíblicos y familiares son simplemente una forma de que el gobierno canalice más dinero estatal hacia la iglesia
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