El doctor Kim Seok Kwun, médico cirujano de profesión de 70 años, ha realizado al menos unas 320 cirugías de reasignación de sexo, de las cuales se contabiliza 210 han sido de hombres que quieren ser mujeres, y los demás son de mujeres que quieren ser hombres.
Dichos procedimientos le ha dado el título “Padre de los Transgéneros” en un país marcado por la cultura conservadora; él mismo ha expresado que desafía a Dios.
«He decidido desafiar la voluntad de Dios. Al comienzo agonicé sobre si debía hacer estas operaciones porque pensé que estaría desafiando a Dios. Tenía vergüenza de ello, pero mis pacientes estaban desesperados, sentían que si no cambiaban de sexo se tendrían que suicidar», dijo el doctor citado por Hyung-Jin Kim para el diario Semana.
Una de sus cirugías más nombradas ha sido la intervención quirúrgica de una mujer que se convirtió en hombre y luego en monje budista; antes de la operación de más de 11 horas ya había comenzado una terapia hormonal mientras actuaba y se vestía como hombre.
Tal intervención le hizo recibir muchas críticas debido a que supuestamente sigue la fe protestante, los líderes de su iglesia le confrontaron pero nada le hizo cambiar de opinión e incluso padres de chicos y chicas lo amenazaron por hacer esas operaciones en sus hijos.
Todo empezó en los años 80, sus amigos le dijeron que se iría al infierno pero él insistió en decir y mostrarse orgulloso de “ayudar a individuos que se sienten atrapados en cuerpos ajenos al sexo que querían”; su insistencia se basa en corregir “los errores de Dios”.
«Hay gente que nace sin genitales, o con los labios deformes, o sin orejas, o con los dedos pegados ¿acaso estos no son errores de Dios? Y si alguien nace con el sexo equivocado, ¿no es ese también un error de Dios? Pues yo solo corrijo los errores de Dios», expresó Kim.
Kim tiene un historial médico en el Hospital Universitario Dong-A, de Busan, el cual corrige deformaciones faciales, pero en 1986 empezó a recibir en su consultorio a varios hombres vestidos de mujer que le preguntaban si era posible hacerles una vagina, y aunque al comienzo, se negaba a atenderlos porque no sabía nada sobre operaciones de cambio de sexo, “no podía dejar de pensar en ellos”, así que investigó el tema y comenzó a realizar las cirugías, dice el reportero Hyung.
Obviamente en Corea del Sur hay oposición a este tipo de procedimientos siendo creyentes o agnósticos, ya que hace unos años la población manifestó en contra de un programa que entrevistaba a personas transgénero, y como consecuencia el espacio fue cancelado.
Incluso, la población cristiana se manifiesta en contra de procedimientos como éstos en jóvenes y adultos.
“Las operaciones de cambio de sexo son una blasfemia contra Dios y hacen que el mundo sea un lugar más miserable», declaró el reverendo Hong Jae Chul, presidente del Consejo Cristiano de Corea, quien además dijo que los comentarios del doctor eran “nefastos”.
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