Andrea Ricardi ha hablado sobre los últimos Papas en una entrevista por la publicación de su libro La guerra del silencio
Andrea Riccardi ha ofrecido al periódico italiano Corriere de la Sera una entrevista con motivo de la aparición de su último libro La guerra del silencio, sobre el pontificado de Pío XII y su labor durante la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, en sus declaraciones no se ha detenido en la labor del Papa que se enfrentó a Hitler, sino también en la relevancia de los últimos pontífices, a los que ha tratado y de los que incluso, como es el caso de san Juan Pablo II, fue uno de sus biógrafos.
En cuanto a la dimisión del Papa emérito Benedicto XVI, Ricardi asegura que «la historia todavía la tiene que aclarar» y sostiene que su favorito para sucederle en la cátedra de Pedro era el cardenal de Milán, Angelo Scola, «pero en el Cónclave prevaleció la opción de no apostar por los italianos», señala Ricardi.
Con respecto a quien finalmente eligió el cónclave, y a modo de balance del pontificado de Francisco, Riccardi apunta que el Papa argentino «encontró una situación muy difícil, una depresión general. El formidable comienzo hizo pensar que los males de la Iglesia se habían curado por arte de magia».
El gordito de Roncalli
«No pudo ser así –señala Riccardi–. Francisco tuvo el mérito de poner a los pobres en el centro. En algunas reformas, como la comunión a los que se han vuelto a casar, fue detenido. La Iglesia europea está en decadencia, las catedrales están vacías de jóvenes, parece que la de sacerdote es una profesión que los europeos ya no quieren hacer».
En cuanto a san Juan XXIII, Riccardi lo recuerda como «una maravillosa sorpresa. La Curia lo eligió como Papa de transición. Creían poder hacerse con él: ‘Ese gordito de Roncalli’, dijo Tardini. Lo vi en San Giovanni, aclamado por la multitud: en pocos meses había anulado a Pío XII, que había sido un Papa muy popular. El primero en dictar mensajes en la radio, el primero en aparecer en la televisión en América...»
"Se alió con Reagan, liberó a los polacos casi como un Moisés que había liberado a los judíos"
Andrea Ricardi
A propósito de Pablo VI recuerda que «estaba muy unido a la figura de Pacelli. En su histórico viaje a Tierra Santa lo defendió ante las autoridades israelíes. Mantuvo el punto, recordó que Pío XII había salvado a muchos judíos».
Y de Karol Wojtyla asegura que pasará a la historia como «un gigante», «como el último Papa que salió ganador. Se alió con Reagan, liberó a los polacos casi como un Moisés que había liberado a los judíos. El primer viaje que hizo fue a Asís. Un creyente le gritó: ¡Viva la Iglesia del silencio! Y él, muy puntualmente: 'Ya no existe la Iglesia del silencio. Ahora está aquí; y habla'».
El silencio de Pío XII
Sobre el papado de Pío XII, Riccardi profundiza en el trascendental hecho que ha marcado su figura: su posición ante el holocausto nazi. Para el escritor hay que entender dos cosas de aquella difícil época:
«El Vaticano era muy diferente de hoy: en la diplomacia contaba poco, el Pontífice no era una figura mediática internacional. Y Pacelli era una persona muy diferente de lo que creemos que era; era suave, cortés, tímido, inseguro. Tenía un rasgo hierático, atemperado por la bonhomía romana: políglota, hablaba todas las lenguas con un ligero acento de su ciudad. Y estaba indeciso» frente a las dramáticas circunstancias que le tocó vivir como Papa.
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