Cuatro años juntos, Norina y Ray, originarios de Texas, deseaban estar juntos y ni siquiera un cáncer tan avanzado pudo evitar que se casaran.
Para Norina, Ray fue puesto por Dios en su camino.
«Dios lo puso en mi camino», dijo ella a la emisora KHOU.
La planificación de la boda les tomó meses para que fuera especial y perfecta para ambos, mientras ella combate el cáncer de colon que le diagnosticaron hace tres años.
Aun así, ella confía de que Dios la puede sanar y convertirse en un testimonio de los milagros de Dios para otros.
“No quiero oír hablar de estadísticas. Declaro que soy un milagro de Dios y seré ese milagro”, dijo Norina.
Para los médicos, el cuadro clínico de Norina es tan grave que recomendaron a Ray que contrajeran matrimonio lo antes posible, por lo que el hombre se puso en acción para desarrollar todo al.gusto de ambos.
“Ella no debería haber sabido nada”, dijo el novio.
El día llegó y el 29 de Noviembre, el cual debía haber sido su aniversario se convirtió ese día en la fecha que los uniría para siempre.
En pocas horas, junto al equipo del Memorial Hermann Hospital de Houston, tuvo ajustados todos los detalles: las flores, el fotógrafo y hasta los invitados. Los miembros de la familia dejaron todo y manejaron durante horas solo para presenciar este momento.
La familia de ambos dejó todo en sus respectivas casas para poder estar con ellos en ese momento especial; ambos condujeron por horas.
“Todos se unieron y se aseguraron de que tuviera la mejor boda de mi vida. No podría haber sido más perfecto”, dijo la novia.
Los votos de ambos hablaron más que las propias palabras dicha y como una sorpresa, ambos pudieron regresar a su casa para disfrutar de su nueva etapa como recién casados.
“Quería que todos supieran que la amo”, dijo Ray.
“Sí, creo que todos saben que me amas”, le respondió.
Dios bendiga a esta pareja y pueda brindarle a ella la sanidad que necesita para poder seguir disfrutando el regalo de la vida, dado por Dios a través de su hijo Jesús.
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