En el Ángelus dominical, en la Plaza de San Pedro, Francisco comentó el evangelio del Día, que trata de la prueba a la que el Señor sometió a sus discípulos, y que reveló la especial asistencia del Espíritu Santo al apóstol Pedro:
“En el Evangelio de hoy, Jesús, invitó a la multitud y a los discípulos a interpretar la señal del milagro de los panes, y a creer en él, que es el verdadero pan bajado del cielo, el pan de la vida; y les reveló que el pan que dará es su carne y su sangre. Estas palabras suenan duras e incomprensibles a los oídos de la gente”, dijo Francisco, “hasta el punto de que, a partir de ese momento, muchos de sus discípulos se vuelven atrás, es decir, dejan de seguir al Maestro. Entonces Jesús pregunta a los Doce: ‘¿También ustedes quieren dejarme?’, y Pedro, en nombre de todo el grupo, confirma la decisión de quedarse con Él: ‘Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna; y nosotros creemos y sabemos que tú eres el Santo de Dios’ ”, dijo el Papa.
“Ante el gesto prodigioso de Jesús, que alimenta a miles de personas con cinco panes y dos peces, todos lo aclaman y quieren llevárselo en volandas”, expresó el Pontífice, “pero cuando él mismo explica que ese gesto es ‘signo de su sacrificio, es decir, de la entrega de su vida, de su carne y de su sangre, y que los que quieren seguirle deben asimilarlo, su humanidad entregada por Dios y por los demás, entonces no, este Jesús ya no tiene razón’ ”, añadió.
Rechazar la "sabiduría" mundana
Francisco dijo que aún hoy, la revelación de Dios en la humanidad de Jesús puede causar escándalo.
“Es lo que San Pablo llama la ‘necedad’ del Evangelio frente a los que buscan milagros o sabiduría mundana. Y esta ‘escandalosidad’ está bien representada por el sacramento de la Eucaristía”, ante la cual los mundanos podrían preguntar: “¿qué sentido puede tener, a los ojos del mundo, arrodillarse ante un trozo de pan? ¿Por qué alimentarse asiduamente de este pan?”.
Francisco invitó a pedir “la gracia de dejarnos provocar y convertir por sus ‘palabras de vida eterna’. Que María Santísima, que dio a luz a su Hijo Jesús en la carne y se unió a su sacrificio, nos ayude a dar siempre testimonio de nuestra fe con nuestra vida concreta”.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario