¿Existen las maldiciones financieras? Consejos de un sacerdote para santificar tu economía

Muchas personas no pueden explicar por qué, de forma absolutamente extraña y sin comportarse irresponsablemente con el dinero, terminan con problemas económicos todos los meses. ¿Existen maldiciones financieras?

El exorcista Mons. Stephen Rossetti compartió el testimonio de varias personas que sufrían algún tipo de acción demoníaca en su economía y brindó algunos consejos para combatirla.

“Algunas personas no son buenas con el dinero y gastan en exceso. Podrían beneficiarse de la ayuda en la gestión financiera. Pero me encuentro con más y más casos de lo que parece ser una maldición financiera“, comenta el sacerdote.

Según Mons. Rossetti, “el primer paso para superar una maldición financiera es, por supuesto, vivir en estado de gracia. Para los católicos, esto incluye la confesión frecuente, la Misa y la Eucaristía, además de evitar los pecados graves”

Pero además de la vida en gracias, fundamental para todo cristiano, “uno necesita cerrar cualquier posible portal a lo demoníaco“.

En muchos casos, explica el exorcista, la influencia demoníaca proviene de prácticas familiares opuestas al catolicismo. “En un caso, un individuo económicamente maldito tenía una fuerte historia familiar de masonería… El individuo afligido fue conducido a través del ritual de renuncia a las maldiciones masónicas”.

En otro caso, una pareja había sido maldecida por un abuelo enojado que no aprobaba su matrimonio y acudió a una bruja. “El antídoto para ellos incluía romper cualquier conexión profana con el abuelo, la bruja y levantar todas las maldiciones”, señaló.

Luego, el sacerdote subrayó que “debido a que estas maldiciones provienen de la maldad y los pecados de alguien en la línea de sangre de uno, pueden tomar tiempo para eliminarlas. La oración constante, la liberación, la vida santa y la confianza en Jesús son necesarias“.

“Cuando confiamos en el Señor durante tiempos de prueba, ocurre mucha purificación y santificación. Una poderosa ayuda al proceso de liberación es la consagración de la vida y los bienes a la Santísima Virgen María“, concluyó Mons. Rossetti.