Francisco aclara su posición sobre la homosexualidad en una rueda de prensa al regreso de Sudán del Sur: «No hablo de grupos, sino de personas»
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No es posible aceptar la pena de muerte o la criminalización de homosexuales vigente en numerosos países, ha explicado el Papa Francisco a los 75 periodistas que le acompañaban este domingo de regreso a Roma de su viaje a Sudán del Sur.
El pontífice subrayó que es importante distinguir entre la acción de lobbies homosexuales y los derechos propios de las personas con tendencias homosexuales.
En respuesta a un corresponsal de Radio France que constataba cómo en los países que ha visitado esta semana en África es común que las familias expulsen a los hijos homosexuales el pontífice recordó algunas de sus intervenciones durante el pontificado.
El Papa recordó que el 28 de julio, de 2013, de regreso de su viaje a Brasil, declaró: «Si una persona es gay y busca al Señor y tiene buena voluntad, ¿quién soy yo para juzgarla?».
Por otro lado, el obispo de Roma, también recordó que el 26 de agosto de 2018, regresando de Irlanda, ofreció consejos a padres de familia que tienen hijos con «tendencias homosexuales»: «¿Qué diría yo a un papá que ve que su hijo o su hija tiene esa tendencia? Yo les diría sobre todo que rezaran: reza. No condenar, dialogar, entender, dar espacio al hijo o a la hija».
Por último, mencionó su reciente entrevista a la agencia Associated Press, en la que aclaró que, según el Catecismo de la Iglesia Católica «ser homosexual no es un delito». «La criminalización de la homosexualidad es una cuestión que no debe dejarse pasar».
Personas, no lobbies
Al regresar de Sudán del Sur, este domingo, el Papa constató que «más o menos, cincuenta países, de un modo u otro, llevan a cabo esta criminalización», «e incluso algunos de ellos - creo que son diez, tienen la pena de muerte (para los homosexuales ndr). Esto no está bien, las personas con tendencias homosexuales son hijos de Dios, Dios les ama, Dios les acompaña».
«Es cierto que algunos se encuentran en este estado debido a diversas situaciones no deseadas, pero condenar a una persona así es un pecado, criminalizar a las personas con tendencias homosexuales es una injusticia», subrayó el pontífice.
«No hablo de grupos, sino de personas --aclaró--. Algunos dicen: ‘hay grupos que hacen ruido’. Yo hablo de personas. Otra cosa son los lobbies. Yo hablo de personas. Y el Catecismo de la Iglesia Católica dice: no deben ser marginados. Creo que la cosa en ese punto está clara».
El Papa pasó la palabra al primado de la Comunión anglicana, Justin Welby, arzobispo de Canterbury, quien reveló: «No habrá pasado desapercibido para usted que en la Iglesia de Inglaterra hablamos un poco de este tema últimamente».
«Quiero decir que me gustaría haber hablado con la elegancia y la claridad con que lo ha hecho el Papa. Estoy totalmente de acuerdo con cada palabra que ha dicho y en lo que respecta a la criminalización, la Iglesia de Inglaterra, la Comunión Anglicana ha aprobado dos resoluciones contra la criminalización, pero eso no ha cambiado realmente la mentalidad de mucha gente. En los próximos cuatro días en el Sínodo General será el principal tema de discusión y sin duda citaré lo que el Santo Padre dijo de forma maravillosa y precisa».
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