Desde la perspectiva de la enseñanza de la Iglesia Católica, la convivencia marital sin estar casado no se ajusta a los principios del matrimonio y la sexualidad cristiana. La Iglesia Católica enseña que el matrimonio es una unión sagrada entre un hombre y una mujer, y que esta unión se basa en la libre elección, la fidelidad, la entrega mutua y la apertura a la vida. Además, el matrimonio es un sacramento que implica una promesa ante Dios y la Iglesia.
Por lo tanto, un católico que desee seguir fielmente la enseñanza de la Iglesia no debe vivir en unión libre antes del matrimonio. En lugar de ello, debería prepararse para el matrimonio a través del noviazgo y la participación en programas de preparación matrimonial, como los que ofrece la Iglesia Católica. La Iglesia también alienta a los católicos a buscar el asesoramiento y la guía de un sacerdote o un consejero matrimonial antes de contraer matrimonio.
La Iglesia Católica enseña que el matrimonio es una institución divina, y que la unión entre un hombre y una mujer es un sacramento que implica un compromiso permanente y exclusivo. Por lo tanto, el matrimonio es visto como un estado de vida sagrado y digno de ser protegido y promovido.
La Iglesia enseña que la relación sexual es un acto de amor y unidad que está reservado para el matrimonio. La unión libre, también conocida como convivencia, es una relación en la que dos personas viven juntas y mantienen una relación sexual sin estar casadas. La Iglesia Católica considera que la unión libre es contraria a la ley divina y, por lo tanto, no es una forma adecuada de vida cristiana.
La enseñanza católica sobre la unión libre se basa en varios fundamentos. En primer lugar, la Iglesia sostiene que el matrimonio es una institución divina, y que las personas están llamadas a vivir en el matrimonio para cumplir su vocación como seres humanos. En segundo lugar, la Iglesia cree que la relación sexual es un acto sagrado que está reservado para el matrimonio. La unión libre, por lo tanto, es vista como una forma de comportamiento sexual inapropiado.
Además, la Iglesia sostiene que la unión libre no es un compromiso permanente y exclusivo como el matrimonio, y por lo tanto no ofrece la misma protección y estabilidad a las parejas y a sus hijos. La Iglesia también señala que la unión libre puede ser un impedimento para el desarrollo de la persona, y puede llevar a la infidelidad, el egoísmo y la falta de compromiso.
En resumen, según la enseñanza católica, la unión libre no es compatible con la vida cristiana, ya que va en contra del sacramento del matrimonio y de la ley divina. Los católicos son llamados a vivir su vida en conformidad con las enseñanzas de la Iglesia, y a buscar la gracia de Dios para poder cumplir con esta vocación.
¿Y la Iglesia permite vivir en unión libre como "periodo de prueba"?
No, la Iglesia Católica no permite la convivencia en unión libre como un período de prueba antes del matrimonio. La Iglesia enseña que el matrimonio es una unión sagrada y permanente entre un hombre y una mujer, y que el propósito del matrimonio es el bien de los cónyuges y la procreación y educación de los hijos.
La convivencia en unión libre antes del matrimonio no es compatible con la enseñanza de la Iglesia, ya que implica una falta de compromiso y una falta de respeto por la dignidad del matrimonio y de la persona humana. La Iglesia enseña que la sexualidad está destinada a ser vivida dentro del matrimonio, y que cualquier actividad sexual fuera del matrimonio es un pecado mortal.
Autor: Pbro. José Alcantara.
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