Debo señalar que no hay una respuesta única para la pregunta de si es sano o no para un católico ver series o películas de terror. En general, es importante recordar que los católicos deben siempre buscar la verdad y la virtud, y evitar todo lo que pueda llevarlos al pecado o alejarse de Dios. Por lo tanto, la decisión de ver o no una película de terror debe basarse en una serie de factores, como la intención del espectador, la calidad de la obra, su impacto en la vida espiritual del espectador y su capacidad para discernir entre lo que es verdadero y lo que no lo es.
En primer lugar, debemos considerar la intención del espectador al ver una película de terror. Si alguien está buscando simplemente un entretenimiento inocente, entonces ver una película de terror podría ser una opción. Sin embargo, si alguien está buscando una experiencia que pueda llevarlo a un lugar oscuro o a una adicción a la adrenalina, entonces ver películas de terror puede ser un problema. Las películas de terror a menudo se centran en temas que pueden ser peligrosos para la salud mental del espectador, como la violencia, el miedo y la muerte. Por lo tanto, si alguien busca este tipo de emociones, puede ser mejor que evite las películas de terror.
En segundo lugar, debemos considerar la calidad de la obra. Algunas películas de terror pueden ser obras maestras del cine y contener un valor artístico significativo. Otras películas, sin embargo, pueden ser simplemente una acumulación de violencia y miedo sin ningún valor artístico o intelectual. En general, si una película de terror tiene un valor artístico o intelectual, entonces puede ser una opción para un católico, siempre y cuando el espectador esté preparado para enfrentar los temas oscuros y las emociones intensas que puedan surgir.
En tercer lugar, debemos considerar el impacto de las películas de terror en la vida espiritual del espectador. Las películas de terror pueden tener un impacto negativo en la vida espiritual de una persona si lo llevan a tener miedo o ansiedad excesivos, o si lo alejan de Dios y de la fe. Por lo tanto, es importante que el espectador sea consciente de su propia capacidad para manejar las emociones y los temas oscuros de las películas de terror y, si es necesario, evitarlas por completo. Además, el espectador debe ser capaz de discernir entre lo que es verdadero y lo que no lo es, y no dejar que las películas de terror distorsionen su visión del mundo.
La Biblia también tiene algunas enseñanzas que pueden ser relevantes para la pregunta de si es sano o no para un católico ver películas de terror. En particular, podemos buscar la guía en la escritura sobre cómo debemos tratar nuestra mente y nuestros pensamientos.
Por ejemplo, en Filipenses 4,8, leemos: "En fin, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo noble, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo digno de admiración, en esto piensen." Este versículo nos invita a llenar nuestras mentes con cosas que son positivas y edificantes, y a evitar aquello que puede llevarnos a pensamientos oscuros o impuros. Por lo tanto, si una película de terror está llenando nuestra mente con pensamientos negativos o dañinos, podría ser mejor evitarla.
En 1 Corintios 6,12, Pablo nos enseña: "Todo me es lícito, pero no todo conviene; todo me es lícito, pero no todo edifica." Este versículo nos recuerda que, aunque podemos tener la libertad de hacer ciertas cosas, no todo es beneficioso para nosotros o edificante para nuestra vida espiritual. Por lo tanto, aunque podemos tener la libertad de ver películas de terror, debemos considerar si es edificante para nuestra vida espiritual y si nos ayuda a acercarnos más a Dios.
Es importante tener en cuenta que, como cristianos, no debemos caer en el escrúpulo o el puritanismo. El escrúpulo es la tendencia a sentir culpa excesiva por acciones que no son pecaminosas, mientras que el puritanismo es la tendencia a juzgar las acciones de los demás con excesiva severidad. Ambas actitudes pueden ser peligrosas para nuestra vida espiritual, ya que nos impiden vivir una vida de libertad y alegría en Cristo.
Como cristianos, debemos recordar que Cristo nos ha liberado del pecado y nos ha dado la libertad para vivir una vida plena y abundante. En lugar de vivir en el miedo o la culpa, debemos confiar en la gracia de Dios y en su amor por nosotros. Esto no significa que debemos hacer lo que queramos sin tener en cuenta las consecuencias, sino que debemos buscar la verdad y la virtud en todo lo que hacemos.
En cuanto a ver películas de terror, no debemos caer en el escrúpulo o el puritanismo al tomar nuestra decisión. En lugar de juzgar a los demás por ver o no ver ciertas películas, debemos confiar en la conciencia de cada persona y en su capacidad para discernir lo que es edificante para su vida espiritual. Debemos estar abiertos a discutir y reflexionar sobre las decisiones que tomamos, pero siempre desde una actitud de amor y respeto hacia los demás.
En última instancia, como cristianos, debemos recordar que nuestro objetivo es amar a Dios y amar a los demás. Si ver películas de terror nos ayuda a lograr ese objetivo y no nos aleja de la verdad y la virtud, entonces podemos hacerlo con confianza y alegría. Si, por otro lado, ver películas de terror nos impide amar a Dios y a los demás, entonces debemos evitarlas. En todo caso, debemos buscar la sabiduría y la guía de Dios al tomar nuestras decisiones, y confiar en su amor y gracia para guiarnos en el camino de la vida espiritual.
Autor: Pbro. Ignacio Andrade.
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