En primer lugar, es importante reconocer que la muerte de Jesús en la cruz es uno de los eventos más significativos de la historia humana. Como se describe en los evangelios, la muerte de Jesús en la cruz no solo representa el sacrificio supremo por la redención de la humanidad, sino que también simboliza la victoria sobre el pecado y la muerte.
Respecto a la pregunta específica sobre el día y la hora de la muerte de Jesús, la tradición cristiana ha sostenido que Jesús murió en la cruz un viernes por la tarde. Esta tradición está basada en las narrativas de los evangelios canónicos de la Biblia, que relatan la crucifixión de Jesús en el contexto de la celebración de la Pascua judía.
Por ejemplo, en el evangelio de Juan, se narra que después de que Jesús fuera condenado a muerte por Pilatos, llevó su cruz a un lugar llamado "El Calvario", donde fue crucificado junto con otros dos criminales. En Juan 19,31-33 se describe cómo los judíos pidieron a Pilatos que se les quebraran las piernas para acelerar su muerte antes del inicio del Sábado de la Pascua:
"Entonces los judíos, para que los cuerpos no quedasen en la cruz el sábado, porque era la víspera de la Pascua, pues aquel sábado era muy solemne, pidieron a Pilato que les quebraran las piernas y que los retirasen. Fueron, pues, los soldados y quebraron las piernas al primero, y al otro que habían crucificado juntamente con él; pero al llegar a Jesús, como le vieron ya muerto, no le quebraron las piernas."
Este pasaje sugiere que Jesús murió en la cruz antes del inicio del Sábado de la Pascua, que comienza al anochecer del viernes. Por lo tanto, la tradición cristiana ha mantenido que Jesús murió en la cruz un viernes por la tarde.
Con respecto a la hora, los evangelios también registran que la muerte de Jesús ocurrió cerca de la hora nona (las 3 de la tarde) del día en que fue crucificado. En Marcos 15,33-34 se describe cómo, desde la sexta hora (mediodía), hubo oscuridad sobre la tierra hasta la hora nona, momento en que Jesús clamó con una gran voz: "Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?".
La hora nona se refiere al noveno período de tiempo en el sistema de reloj judío, que comenzaba al amanecer y terminaba al anochecer. Por lo tanto, la hora nona habría caído alrededor de las 3 de la tarde en el horario solar, según los cálculos de la época.
Es interesante notar que la oscuridad que se describe en los evangelios durante las horas previas a la muerte de Jesús ha sido objeto de interpretaciones diversas en la teología y la exégesis bíblica. Algunos teólogos han sugerido que esta oscuridad simboliza la ira de Dios contra el pecado y la corrupción del mundo, mientras que otros han señalado que podría haber sido el resultado de fenómenos naturales como un eclipse o una tormenta de arena.
Sin embargo, es importante recordar que la fecha exacta y la hora de la muerte de Jesús no son necesariamente los aspectos más importantes de su crucifixión. En cambio, lo que es fundamental es el significado espiritual y teológico de su muerte, que ha sido objeto de reflexión y estudio en la teología y la filosofía cristianas durante siglos.
Creo que es importante que los cristianos enfoquen su atención en el mensaje más profundo de la muerte y resurrección de Jesús, que es la promesa de la salvación y la vida eterna a través de la fe en Cristo. Como se describe en Juan 3,16: "Porque de tal manera amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree no se pierda, sino que tenga vida eterna".
Autor: Presbítero Ignacio Andrade.
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