Es importante recordar que la protección del medio ambiente y el cuidado de la creación son temas fundamentales en la enseñanza de la Iglesia. El Papa Francisco ha hecho hincapié en estos temas debido a la urgencia de la situación actual, donde la degradación ambiental está poniendo en peligro la vida de millones de personas y la biodiversidad del planeta.
En su encíclica Laudato Si', el Papa Francisco se refiere al cuidado de la tierra como una responsabilidad moral y espiritual. Cita el libro del Génesis, donde Dios le confía al hombre el cuidado y la custodia de la creación. El Papa afirma que el ser humano no es dueño de la creación, sino que es un administrador responsable que debe cuidar de ella y protegerla para las generaciones futuras.
En la encíclica, el Papa Francisco también hace referencia a la preocupación de la Iglesia por la justicia social y la equidad en la distribución de los recursos naturales. Cita el libro de los Proverbios, que dice: "El que trabaja su tierra tendrá abundancia de alimentos, el que sigue a los ociosos se empobrecerá" (Proverbios 28,19). El Papa destaca que el cuidado del medio ambiente es esencial para garantizar que todos tengan acceso a los recursos naturales que necesitan para sobrevivir.
Además, el Papa Francisco hace hincapié en que la degradación ambiental tiene un impacto desproporcionado en las personas más pobres y vulnerables del mundo. Cita el libro del Éxodo, que describe la liberación de los israelitas de la esclavitud en Egipto. El Papa afirma que, al igual que Dios liberó a los israelitas de la opresión, también debemos trabajar para liberar a los pobres y marginados de la opresión de la degradación ambiental.
En resumen, el Papa Francisco hace tanto énfasis en el cuidado de la tierra porque es una responsabilidad moral y espiritual que nos ha sido confiada por Dios. El cuidado del medio ambiente es esencial para garantizar la supervivencia de las generaciones futuras y para promover la justicia social y la equidad en la distribución de los recursos naturales. Como sacerdotes, debemos recordar que el cuidado del medio ambiente es un elemento clave de nuestra responsabilidad pastoral y que debemos trabajar para fomentar una mayor conciencia sobre la importancia de proteger la creación de Dios.
¿No es más importante anunciar el evangelio y predicar la salvación del alma que preocuparse por el medio ambiente?
creo que ambas cosas son importantes. Es cierto que la misión principal de la Iglesia es predicar el Evangelio y llevar a las personas a la salvación del alma, pero también es importante recordar que la creación es una obra de Dios y que somos responsables de cuidarla y protegerla.
En la encíclica Laudato Si', el Papa Francisco afirma que el cuidado de la tierra y la evangelización están estrechamente relacionados. El Papa señala que la crisis ambiental actual es el resultado de una mentalidad que coloca el consumo y el beneficio económico por encima de la responsabilidad social y ambiental. Esta mentalidad también ha llevado a la explotación y la opresión de los más pobres y vulnerables.
Por lo tanto, cuidar la creación y promover la justicia social son parte integral de nuestra misión de evangelización y testimonio del amor de Dios. Como dice el libro de los Salmos: "La tierra es del Señor y todo lo que hay en ella, el mundo y los que lo habitan" (Salmo 24,1). Si amamos al Señor y a nuestro prójimo, entonces también debemos amar y cuidar la creación.
Además, la crisis ambiental actual también tiene consecuencias espirituales y morales. La degradación ambiental puede llevar a la pérdida de la biodiversidad, la contaminación del aire y del agua, y el cambio climático, que a su vez puede provocar sequías, inundaciones y otros desastres naturales que afectan a millones de personas en todo el mundo. La pérdida de la creación de Dios tiene un impacto directo en la vida de las personas y en su bienestar físico, emocional y espiritual.
En conclusión, es importante recordar que el cuidado del medio ambiente y la promoción de la justicia social son parte de nuestra misión evangelizadora y nuestro testimonio del amor de Dios. La creación de Dios es una obra sagrada que debemos cuidar y proteger para las generaciones futuras y para la gloria de Dios.
Autor: Padre Ignacio Andrade.
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