¿Por qué se dice que Pentecostés es la "fiesta de cumpleaños" de la Iglesia católica?


Es un placer abordar la importancia de Pentecostés como la "fiesta de cumpleaños" de la Iglesia católica, aunque hay que aclarar que oficialmente la Iglesia no se refiere a esta festividad como un "cumpleaños", aunque los fieles hablan en sentido popular, por ser el día que marca el arranque de la misión de la Iglesia. 

Para comprender plenamente esta afirmación, debemos remontarnos al Nuevo Testamento y explorar los eventos que tuvieron lugar en el día de Pentecostés, tal como se relata en el libro de los Hechos de los Apóstoles.

Antes de hablar específicamente sobre el día de Pentecostés, es fundamental entender que la Iglesia católica tiene sus raíces en la persona de Jesucristo y en los eventos descritos en el Evangelio. Jesús fue el fundador y cabeza de la Iglesia, y durante su ministerio terrenal, estableció los cimientos para la formación de su Iglesia.

En el Evangelio de Mateo (16,18), Jesús dijo a Pedro: "Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia". Aquí, Jesús designa a Pedro como el fundamento sobre el cual construiría su Iglesia. También le otorga a Pedro el poder de "atar y desatar" (Mateo 16,19), lo que implica una autoridad especial y un papel de liderazgo en la Iglesia.

Después de la muerte y resurrección de Jesús, y su posterior ascensión al cielo, los discípulos y seguidores de Jesús se reunieron en Jerusalén, siguiendo las instrucciones que Jesús les había dado. En el libro de los Hechos de los Apóstoles (capítulo 2), se narra el evento central de Pentecostés, que marca un momento crucial en la historia de la Iglesia.

El día de Pentecostés, que se celebra cincuenta días después de la Pascua, los discípulos estaban reunidos en un lugar y "de repente vino del cielo un estruendo como de un viento impetuoso que llenó toda la casa en la que estaban sentados. Y se les aparecieron lenguas como de fuego que se repartieron y se posaron sobre cada uno de ellos. Todos quedaron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en diferentes lenguas, según el Espíritu les concedía que hablaran" (Hechos 2,2-4).

Este evento es conocido como la venida del Espíritu Santo y marca el nacimiento formal de la Iglesia. Fue en ese momento cuando el Espíritu Santo descendió sobre los discípulos y los capacitó para llevar a cabo la misión de Jesús en la tierra. Pentecostés se convirtió así en un punto de inflexión en la historia de la Iglesia, ya que marcó el inicio de su misión de propagar el Evangelio y la Buena Nueva de Jesucristo.

El relato bíblico continúa describiendo cómo, llenos del Espíritu Santo, los discípulos comenzaron a predicar con valentía y poder, y tres mil personas se convirtieron y fueron bautizadas ese mismo día (Hechos 2,41). Desde entonces, la Iglesia ha crecido y se ha expandido por todo el mundo, llevando el mensaje de salvación a todas las naciones.

Pentecostés también tiene un significado simbólico y teológico profundo para la Iglesia católica. La venida del Espíritu Santo representa la plenitud de la gracia de Dios y su presencia activa en la vida de la Iglesia. El Espíritu Santo es el alma de la Iglesia, el que guía, santifica y da vida a los creyentes. Es a través del Espíritu Santo que los fieles reciben los dones y carismas necesarios para cumplir con su vocación y misión en la Iglesia.

Además, Pentecostés une estrechamente el Antiguo y el Nuevo Testamento. En el Antiguo Testamento, Pentecostés era una festividad judía que celebraba la entrega de la Ley a Moisés en el monte Sinaí. En el Nuevo Testamento, en Pentecostés, el Espíritu Santo desciende sobre los discípulos, sellando la nueva alianza y dando inicio a la misión de la Iglesia.

En resumen, se dice que Pentecostés es la "fiesta de cumpleaños" de la Iglesia católica porque marca el nacimiento formal de la Iglesia cuando el Espíritu Santo descendió sobre los discípulos en Jerusalén. Fue en ese momento cuando los discípulos fueron llenos del Espíritu Santo y capacitados para llevar a cabo la misión de Jesús en el mundo. Pentecostés es una celebración de la presencia activa de Dios en la vida de la Iglesia y un recordatorio del papel vital que desempeña el Espíritu Santo en la vida de los creyentes. Que esta fiesta nos impulse a vivir con fervor apostólico y a ser testigos del amor y la salvación que Jesucristo nos ha dado.

Autor: Padre Ignacio Andrade.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Publicaciones más leídas del mes

Donaciones:

BÚSCANOS EN FACEBOOK