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Martín Lutero y La Virgen María. Lo que todo protestante debería de saber

 


MARTÍN LUTERO Y LA VIRGEN MARÍA. LO QUE TODO PROTESTANTE DEBERÍA DE SABER

Los protestantes piensan que Martín Lutero dejó de creer en las doctrina católicas después de abandonar la iglesia pero los sermones y textos dejados por él sobre la Virgen María muestran que no fue así. Lutero siempre dio muestra de un inmenso amor y devoción por la madre de Cristo, de tal manera que en su libro titulado “Los judíos y sus mentiras ” muestra una confrontación fuerte de Lutero contra los judíos a los cuales acusaba de ser hijos del diablo por los ataques insultantes hacia Cristo y su madre la virgen María.

Lutero nunca dejo de amar y procurar el dulce amor de la Bienaventurada Virgen María a la que llamaba “su madre”. Los siguientes textos son algunos de los pensamientos que Lutero dedicó a la Santa Virgen María:

La veneración de María está en las profundidades del corazón. (Sermón, 1 de septiembre de 1522)

Ella es la mujer más encumbrada y la joya más noble de la cristiandad después de Cristo...ella es la nobleza, sabiduría y santidad personificadas. Nunca podremos honrarla lo suficiente. Aún cuando ese honor y alabanza debe serle dado en un modo que no falte a Cristo ni a las Escrituras. (Sermón, Navidad 1531)

Ninguna mujer es como tú. Tú eres más que Eva o Sara, bendita sobre toda nobleza, sabiduría y santidad. (Sermón, Fiesta de la Visitación, 1537)

Cada uno tendría que honrar a María tal como ella misma lo expresó en el Magníficat. Ella alabó a Dios por sus obras. ¿Cómo podremos entonces nosotros alabarla? El verdadero homenaje de María es en honor de Dios, la alabanza de la Gracia de Dios...María nada es por su propio mérito, sino por el mérito de Cristo...María no desea que vayamos a ella sino a través de ella hacia Dios. (Explicación del Magníficat, 1521)

Es consuelo y sobreabundante bondad de Dios que el hombre pueda exultar en semejante tesoro: María es su verdadera Madre... (Sermón de Navidad, 1522)

María es la Madre de Jesús y Madre de todos nosotros aunque Cristo solamente fue quien reposó en su regazo...Si Él es nuestro, debiéramos estar en su lugar; ya que donde Él está debemos estar también nosotros y todo lo que Él tiene debe ser nuestro, y su madre es también nuestra madre. (Sermón de Navidad, 1529).

Es dulce y piadoso creer que la infusión del alma de María se efectuó sin pecado original, de modo que en la mismísima infusión de su alma ella fue también purificada del pecado original y adornada con los dones de Dios, recibiendo un alma pura infundida por Dios; de modo que, desde el primer momento que ella comenzó a vivir fue libre de todo pecado. (Sermón: sobre el día de la Concepción de la Madre de Dios, 1527).

Ella es llena de gracia, proclamada ser enteramente sin pecado. Para que la gracia de Dios la llenara con todo bien e hiciera que ella libre de todo mal. (Libro de oración personal, 1522).

La humanidad ha resumido toda su gloria en una sola frase: la Madre Dios. Nadie puede decir algo más grande de ella aunque hablara tantas lenguas como hojas hay en los árboles. (Comentario al Magníficat.)

El editor luterano Jaroslav Pelikan agregó sobre Martín Lutero: ‘Lutero ni siquiera consideró la posibilidad de que María pudiera tener otros hijos además de Jesús. Esto es consistente con la aceptación durante toda su vida de la idea de la virginidad perpetua de María’. (Pelikan, v. 22:214-5)

¿Crees tú, que Martín Lutero te habría apoyado en tu rechazo sobre la Virgen María? Pues no. Si Lutero viviera seguramente te hubiera exhortado de manera enérgica con ese lindo y suave lenguaje que usaba contra sus adversarios o lo más probable es que te haya prendido fuego como una antorcha por atrevido.

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