Al abordar la pregunta de si un católico puede ver "La Casa de los Famosos", es importante analizar el contenido y los mensajes que se transmiten en el programa.
En primer lugar, debemos recordar que como católicos, estamos llamados a vivir según los principios y enseñanzas de la Sagrada Escritura y la Tradición de la Iglesia. La Biblia nos ofrece una guía clara sobre cómo debemos vivir nuestras vidas y cómo debemos interactuar con los demás. En el libro de Romanos 12,2, se nos exhorta a no conformarnos a este mundo, sino a ser transformados por la renovación de nuestra mente, para que podamos discernir cuál es la voluntad de Dios, lo bueno, lo agradable y lo perfecto.
Al evaluar el contenido de "La Casa de los Famosos", es evidente que el programa se centra en la vida y las acciones de celebridades, que a menudo están inmersas en un estilo de vida alejado de los valores cristianos. El énfasis en la fama, el glamour y las relaciones superficiales puede llevar a la promoción de valores mundanos y una mentalidad centrada en el ego y el materialismo.
Además, es importante considerar que muchos reality shows, incluyendo "La Casa de los Famosos", buscan aumentar su audiencia a través del drama, la controversia y la explotación de las emociones humanas, así como de las peleas entre los participantes y los escándalos. Esto puede resultar en situaciones conflictivas y comportamientos poco éticos que no están en línea con los principios cristianos de amor, respeto y dignidad humana.
Como cristianos, debemos ser conscientes de que nuestra elección de entretenimiento puede influir en nuestra forma de pensar y actuar. La Carta de San Pablo a los Filipenses 4,8 nos insta a pensar en todo lo que es verdadero, noble, justo, puro, amable y digno de elogio. Y no creo que sea tan difícil de llegar a la conclusión de que "La Casa de los Famosos" no cumple ni remotamente con estos criterios.
Además, tengo la responsabilidad de advertir sobre cualquier contenido que promueva una agenda contraria a los valores cristianos. En "La Casa de los Famosos" México uno de los personajes centrales del reality y que más apoyo y simpatía a conseguido es "Wendy", un hombre biológico transexual que se "convirtió" en mujer y se asume como tal. Mucho ojo, esto no es un llamado a repudiar a esta persona, que al igual que nosotros está hecha a imagen y semejanza de Dios y a quien como cristianos estamos llamados a amarle con todo nuestro corazón. El problema reside en la utilización e instrumentación que hacen los medios de comunicación de las personas homosexuales o "trans" para promover la normalización de la agenda LGBT y demás estilos de vida y comportamientos que no están en línea con la enseñanza católica.
La Iglesia Católica enseña que el matrimonio es una unión sagrada entre un hombre y una mujer, y que las relaciones sexuales deben estar reservadas para el matrimonio. Si un programa promueve o normaliza comportamientos sexuales fuera del matrimonio o relaciones que no están en línea con la enseñanza católica, entonces como católicos debemos ser cautelosos al exponernos a ese contenido.
No quiero dejar pasar tampoco el dato de que el grupo en este reality que más apoyo y simpatías ha despertado en la audiencia es el llamado "Team Infierno". Podría parecer una tontería sin importancia, pero en realidad nos muestra cómo el mundo siempre nos empuja a "glorificar" lo malo, lo que está asociado con el mal comportamiento, lo irreverente, lo "mal portado".
En última instancia, cada católico debe discernir bajo la guía del Espíritu Santo qué programas de televisión o entretenimiento son apropiados para ellos. Esto implica reflexionar sobre cómo ese contenido puede afectar nuestra relación con Dios y cómo puede influir en nuestras acciones y valores.
Autor: Padre Ignacio Andrade.
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