Mi nombre es Maika, tengo 47 años, y pertenezco a una familia que no ha sido muy católica Estoy bautizada e hice mi primera comunión, pero tenía a Dios como alguien que vivía allá arriba, le rezaba un Padre nuestro muy de vez en cuando, pero no estaba en mi Vida, no lo sentía dentro de mí.
Hace tres años por un tema médico empecé a acercarme a Dios para pedirle que me sanara. Tuve un diagnóstico en un pecho por el cual me tenían que hacer una biopsia y entonces empecé a rezar, a pedirle a Dios que por favor todo saliera bien, y le prometí que si así pasaba iba a empezar a rezar el rosario para el resto de mi vida todos los días.
Yo no sabía cómo se rezaba un rosario ni tenía uno, así que lo compré y empecé a rezarlo cada día. Al tercer o cuarto día de orar sentí una plenitud dentro de mí que no puedo explicar con palabras y escuche con certeza en mi interior que Dios me decía que todo iba a salir bien y efectivamente lo pude comprobar en las revisiones médicas.
Comencé a dejar entrar a Dios en mi vida porque Dios nos llama pero si no le dejamos entrar porque Él nos ha hecho libres no se hace presente en nuestra vida.
Compré varias Biblias y las entendía pero no del todo y adquirí el libro ‘Comprender las Sagradas Escrituras’, que fue el detonante de toda mi vida de fe. Al leer el libro vi la necesidad de ser confirmada, lo que aconteció el año pasado, y comencé a ir a misa todos los días.
Maika se compró el libro que muestra para poder comprender la Biblia y reconoce que «fue el detonante de toda mi vida de fe»
Para mí lo más importante en esta vida es Dios con la Virgen María y todos los santos. Es lo mejor que me ha pasado en mi vida pese a que lo pasé mal con el diagnóstico médico sobre mi salud. Podemos querer a todos los seres queridos que nos rodean por supuesto pero lo más importante en esta vida es Dios y si confiamos en Él vamos a ser felices.
Intento a todo el mundo de mí alrededor compartir mi testimonio para que dejen entrar a Dios en sus vidas. Mucha gente me dice que ‘Dios no existe porque le pido y no me da lo que necesito’. Yo les respondo que el Señor no es un mago con una varita mágica. Él nos va a conceder lo que considere conveniente y cuando crea que es el momento adecuado. El plan de Dios es perfecto porque Dios nos ama por encima de todo.
Espero que con este pequeño testimonio a alguien en este mundo le haya despertado la curiosidad de querer conocer a Dios y dejarle entrar en su vida. Hay que confiar en Dios aunque estemos pasando un mal momento y no veamos salida. La alegría, felicidad y plenitud que nos da Dios no nos la va a dar nadie en este mundo.
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