Querido Espíritu Santo, venimos ante ti al final de este mes, reconociendo tu presencia constante en nuestras vidas. Tú, que eres el Amor eterno entre el Padre y el Hijo, te pedimos que derrames tus dones sobre nosotros y nos guíes en nuestro camino de fe.
En este mes que termina, hemos experimentado tus bendiciones y tu gracia en abundancia. Has estado a nuestro lado en cada paso del camino, iluminando nuestras mentes con tu sabiduría y fortaleciendo nuestros corazones con tu amor. Te agradecemos por todas las bendiciones recibidas, por los momentos de alegría y por los desafíos que nos han permitido crecer y aprender.
Jesús, nuestro Salvador y Redentor, te pedimos que intercedas por nosotros ante el Padre. Tú, que nos has mostrado el camino hacia la vida eterna, danos la fuerza para seguir tus enseñanzas y vivir según tu voluntad. Ayúdanos a ser fieles discípulos tuyos, llevando tu mensaje de amor y esperanza a todos los que encontramos.
María, madre amorosa y protectora, te pedimos que nos acompañes en este nuevo mes que se acerca. Tú, que has sido elegida por Dios para ser la Madre de Jesús, ruega por nosotros y ayúdanos a crecer en nuestra devoción a tu Hijo. Enséñanos a imitar tus virtudes de humildad, obediencia y entrega total a la voluntad de Dios.
Espíritu Santo, te pedimos que renueves nuestros corazones y nos llenes de tu gracia. Danos la fuerza para resistir las tentaciones del mundo y para perseverar en la fe, incluso cuando enfrentemos dificultades. Ayúdanos a ser testigos valientes de tu amor y a compartir la Buena Nueva de Jesús con todos aquellos que nos rodean.
Te pedimos también por todas las intenciones que llevamos en nuestros corazones. Conoces nuestras necesidades y nuestros deseos más profundos. Te confiamos nuestras preocupaciones, nuestras alegrías y nuestros sueños. Que tu voluntad se cumpla en nuestras vidas y que podamos encontrar consuelo y esperanza en tu presencia constante.
Padre celestial, te agradecemos por este mes que ha pasado y por todas las bendiciones que hemos recibido. Te pedimos que nos guíes y nos protejas en el mes que viene. Que tu Espíritu Santo nos ilumine, Jesús nos guíe y María nos acompañe en cada paso del camino.
Confiando en tu amor y misericordia, nos encomendamos a ti, Padre, Hijo y Espíritu Santo, ahora y siempre. Amén.
Que esta oración nos inspire a seguir creciendo en nuestra relación con Dios y a vivir nuestra fe con alegría y generosidad. Que el Espíritu Santo nos guíe siempre en nuestro camino y nos ayude a ser testigos auténticos del amor de Jesús en el mundo. ¡Que Dios los bendiga abundantemente!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario