Expliquemos la diferencia entre Pedro como la "roca de fundación" de la Iglesia y Jesús como la "Piedra Angular" en un lenguaje accesible y ameno.
Pedro como la "Roca de Fundación" de la Iglesia:
La idea de Pedro como la "roca de fundación" de la Iglesia se deriva de un pasaje en el Evangelio de Mateo, capítulo 16, versículos 13 al 20. En este pasaje, Jesús está en Cesarea de Filipo y pregunta a sus discípulos quién dicen que es Él. Pedro, en nombre de los discípulos, responde: "Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente".
Jesús entonces le dice a Pedro: "Tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi Iglesia, y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella. Y a ti te daré las llaves del reino de los cielos; y todo lo que atares en la tierra será atado en los cielos, y todo lo que desatares en la tierra será desatado en los cielos".
Aquí, Jesús utiliza un juego de palabras en arameo que destaca la importancia de Pedro. En arameo, "Petros" significa "piedra" o "roca pequeña", y "petra" significa "roca grande" o "peñasco". Jesús está haciendo un juego de palabras con el nombre de Pedro y la palabra "roca". Esto no significa que Pedro sea la "Piedra Angular" de la Iglesia en el sentido en que Jesús lo es, sino que él tiene un papel especial como líder entre los apóstoles.
Pedro desempeñó un papel crucial en los primeros días de la Iglesia. Fue el primero en predicar el Evangelio después de la resurrección de Jesús en el Día de Pentecostés, y su liderazgo fue evidente en la elección del reemplazo de Judas Iscariote entre los apóstoles. Sin embargo, es importante entender que Pedro era humano y tenía sus limitaciones. Cometió errores, como negar a Jesús durante su pasión. La "roca" a la que se refiere Jesús es más bien la confesión de fe de Pedro en Jesús como el Mesías y el Hijo de Dios. Esta confesión de fe, junto con la autoridad que Jesús le otorgó, se convirtió en un fundamento importante para la Iglesia primitiva.
Jesús como la "Piedra Angular":
Por otro lado, Jesús es llamado la "Piedra Angular" en varios pasajes bíblicos, incluyendo en el Nuevo Testamento. Esta imagen se encuentra en el Salmo 118:22 y es citada en el Nuevo Testamento, en el Evangelio de Mateo 21,42 y en el libro de Efesios 2,20.
La idea de Jesús como la "Piedra Angular" se refiere a su papel central y fundamental en la obra de la salvación y en la construcción de la Iglesia. En la construcción de edificios antiguos, la "piedra angular" era la primera piedra colocada en la esquina, y servía como referencia para alinear todas las demás piedras en la construcción. Era esencial para la estabilidad y solidez del edificio.
Jesús es la "Piedra Angular" de la Iglesia en el sentido de que es la base sobre la cual la Iglesia está construida. Él es la fuente de la fe cristiana y el fundamento de la enseñanza y la tradición de la Iglesia. Su sacrificio en la cruz y su resurrección son los eventos centrales de la fe cristiana, y a través de ellos, se ofrece la salvación a la humanidad.
En Efesios 2,20, San Pablo escribe: "edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo". Aquí, Jesús es comparado con la piedra angular que une y sostiene todo el edificio espiritual de la Iglesia.
Diferencia Principal:
Entonces, la diferencia principal entre Pedro como la "roca de fundación" y Jesús como la "Piedra Angular" radica en su función y posición en la Iglesia. Pedro, aunque desempeñó un papel destacado en el liderazgo inicial de la Iglesia, no es el fundamento último o central de la fe cristiana. Jesús es la "Piedra Angular" en el sentido más profundo, ya que es la base de nuestra fe y la fuente de nuestra salvación. La Iglesia se construye sobre la confesión de fe en Jesús como el Mesías y el Hijo de Dios, y es Él quien la sostiene y la guía a lo largo de la historia.
En resumen, Pedro es una figura importante en la Iglesia, pero Jesús es la "Piedra Angular" sobre la cual la fe cristiana se construye y se mantiene. Ambos desempeñaron roles esenciales en los primeros días de la Iglesia, pero Jesús es la base eterna de nuestra fe y salvación.
Autor: Padre Ignacio Andrade.
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