La Congregación para la Doctrina de la Fe (CDF) encabezada por el Cardenal Víctor Fernández, ha emitido un comunicado este 13 de noviembre reafirmando las enseñanzas de la Iglesia Católica con respecto a la participación en la Masonería. Según el documento, los laicos o clérigos que participan en la Masonería se encuentran “en un estado de pecado grave”.
En el comunicado, se destaca la incompatibilidad entre la doctrina católica y la Masonería, citando la “Declaración sobre las Asociaciones Masónicas” de 1983, redactada por el entonces Cardenal Joseph Ratzinger, quien más tarde se convirtió en el Papa Benedicto XVI. Se prohíbe expresamente la membresía activa en la Masonería para los fieles católicos debido a esta irreconciliabilidad doctrinal.
La solicitud de aclaración provino del Obispo Julito Cortes de Filipinas, quien expresó preocupaciones sobre el creciente interés en la Masonería en su país. La Masonería, considerada la sociedad secreta más grande del mundo, estableció su primera Gran Logia en Inglaterra en 1717. A pesar de contar con millones de miembros en todo el mundo, la Iglesia Católica insiste en que sus fieles no deben participar ni afiliarse a grupos masónicos.
Las razones detrás de esta prohibición incluyen la naturaleza de las enseñanzas masónicas sobre la divinidad (la posición masónica es deísta, una vaga creencia en un "ser superior" no definido concretamente), que se contraponer con la creencia teísta cristiana (fundamentada en la creencia en el Dios Trinitario como único y verdadero), así como la oposición histórica de la masonería contra la influencia de la iglesia en la sociedad con posiciones ultra laicistas, además de la naturaleza secreta y ritualística de las logias masónicas.
Es importante destacar que las restricciones de la Iglesia Católica se centran especialmente en las logias masónicas en Europa continental, que tienen un tono más ideológico, mientras que en los Estados Unidos y el Reino Unido, la Masonería se informa que tiene un enfoque más social y profesional.
En 1738, la Masonería fue declarada una causa de excomunión por el Papa Clemente XII, quien calificó a la Masonería como “depravada y pervertida”.
Estas medidas confirman de nueva cuenta la postura firme de la Iglesia Católica contra la participación en esta sociedad secreta a lo largo de la historia.
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