“Somos diferentes, somos diversos, tenemos diferentes culturas y religiones, pero somos hermanos y queremos vivir en paz”. Con estas palabras del Papa Francisco comienza la "Declaración sobre la Fraternidad Humana", documento redactado y firmado en junio de 2023 durante el Encuentro Mundial sobre la Fraternidad Humana #NotAlone, que fue entregado al Pontífice esta mañana, al final de la audiencia general, en el Aula Pablo VI del Vaticano.
Tres premios Nobel llevaron hoy la "Declaración" a Francisco: la periodista filipina Maria Ressa, premio Nobel de la Paz 2021 junto con el periodista ruso Dmitry Muratov por sus esfuerzos para salvaguardar la libertad de expresión; el italiano Giorgio Parisi, Premio Nobel de Física 2021 por sus estudios sobre sistemas complejos; la activista yemení Tawakkul Karman, premio Nobel de la Paz en 2011 por su batalla no violenta a favor de la seguridad de las mujeres y sus derechos.
El evento #NotAlone de junio 2023
La delegación, acompañada en la audiencia general en el Aula Pablo VI por el cardenal Mauro Gambetti, arcipreste de la Basílica de San Pedro y presidente de la Fundación Fratelli tutti, se convirtió en representante de los más de 30 premios Nobel y de organizaciones internacionales que participaron el 10 de junio, en el primer encuentro internacional en la Plaza de San Pedro organizado por la Fundación Fratelli tuttie inspirado en la encíclica homónima de Francisco de 2020.
Un evento que concluyó con la firma de la Declaración, redactada durante los trabajos de la mañana en el Palazzo della Cancelleria y firmado por la Santa Sede por el cardenal secretario de Estado, Pietro Parolin.
El documento en otras partes del mundo
“El gesto simbólico representa una primera etapa que iniciará la presentación del documento en otras zonas del planeta”, explica la Fundación en una nota. El texto – leído en todo el mundo en junio por otros dos premios Nobel, Nadia Murad y Muhammad Yunus – enumera los objetivos de la "fraternidad humana", es decir, el amor como respuesta al odio, el deseo de "crear sociedades de paz", "unificar la tierra manchada por la sangre de la violencia y el odio, por las desigualdades sociales y por la corrupción del corazón”.
No a la guerra, si a la justicia y la igualdad
“Queremos gritar al mundo en nombre de la hermandad: ¡no más guerra! "Son la paz, la justicia y la igualdad las que guían el destino de toda la humanidad", leemos en uno de los pasajes más significativos de la Declaración, en el que los firmantes declaran: "Cada hombre es mi hermano, cada mujer es mi hermana, siempre".
Queremos vivir juntos, como hermanos y hermanas, en el Jardín que es la Tierra. El Jardín de la fraternidad es la condición de vida de todos. Somos testigos de cómo en cada rincón del mundo la armonía perdida vuelve a florecer cuando se respeta la dignidad, se secan las lágrimas, se paga justamente el trabajo, se garantiza la educación, se cuida la salud, se valora la diversidad, se cura la naturaleza, se honra la justicia y Las comunidades abrazan la soledad y los miedos".
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