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¿Es bíblico celebrar Navidad? Algunos grupos protestantes dicen que no


En cuanto a si es bíblico celebrar la Navidad, permíteme empezar diciendo que la Biblia es una fuente rica y profunda de sabiduría, pero a veces las interpretaciones pueden variar. En el caso de la Navidad, no encontrarás una mención directa de la celebración del nacimiento de Jesús el 25 de diciembre en la Biblia. Sin embargo, eso no significa que no podamos reflexionar sobre la importancia de su llegada al mundo y la alegría que eso trae a nuestras vidas.

La Navidad, como la conocemos hoy, tiene sus raíces en la tradición cristiana de conmemorar el nacimiento de Jesucristo. El 25 de diciembre se ha establecido como la fecha en la que celebramos este evento tan significativo. Aunque la fecha exacta del nacimiento de Jesús no se menciona en la Biblia, la Navidad se ha convertido en una oportunidad para que los cristianos reflexionen sobre el regalo divino de la salvación a través de Jesucristo.

Permíteme citar el pasaje de Lucas 2,10-11, que nos habla del anuncio del nacimiento de Jesús: "Pero el ángel les dijo: ‘No teman. Les traigo buenas noticias que serán motivo de mucha alegría para todo el pueblo. Hoy les ha nacido en la ciudad de David un Salvador, que es el Cristo, el Señor’". Este pasaje nos revela la alegría y la esperanza que trae el nacimiento de Jesús, y la Navidad se convierte en una oportunidad para celebrar este regalo maravilloso de Dios a la humanidad.

Además, la celebración de la Navidad también nos invita a reflexionar sobre la importancia de la humildad y la sencillez, ya que Jesús nació en un establo, rodeado de humildes pastores. En Filipenses 2,5-8, el apóstol Pablo nos insta a seguir el ejemplo de humildad de Cristo: "Haya, pues, en ustedes este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres".

Ahora bien, es cierto que algunos grupos protestantes cuestionan la celebración de la Navidad, argumentando que no hay una base bíblica específica para establecer el 25 de diciembre como la fecha del nacimiento de Jesús. Sin embargo, es importante recordar que las Escrituras también nos animan a la unidad y a evitar divisiones innecesarias entre los creyentes.

En el Catecismo de la Iglesia Católica, en el párrafo 525, se aborda el significado del nacimiento de Jesús: "Jesús nació en la humildad de un establo, de una familia pobre; unos sencillos pastores son los primeros testigos del acontecimiento. En esta pobreza se manifiesta la gloria del cielo. La Iglesia no se cansa de cantar la gloria de esta noche".

La Iglesia Católica, a lo largo de los siglos, ha abrazado la celebración de la Navidad como una ocasión para recordar y celebrar la encarnación de Dios en Jesucristo. En su corazón, la Navidad es una oportunidad para renovar nuestra fe, esperanza y amor en Cristo, y para compartir esta buena nueva con los demás.

La tradición navideña también incluye elementos que nos recuerdan la importancia de la caridad y la generosidad. En la Epístola de Santiago 1,17, leemos: "Toda buena dádiva y todo don perfecto descienden de lo alto, donde está el Padre que creó las lumbreras celestiales, y no cambia como los astros ni se mueve como las sombras". Este pasaje nos invita a reconocer que todo lo bueno que recibimos proviene de Dios, y la Navidad es un recordatorio especial de Su don supremo: Jesucristo.

En conclusión, la celebración de la Navidad, aunque no esté detalladamente descrita en la Biblia, tiene profundas raíces en la tradición cristiana y ofrece una maravillosa oportunidad para reflexionar sobre el significado del nacimiento de Jesús. Al abrazar esta celebración, no solo recordamos la historia del establo en Belén, sino que también renovamos nuestra fe en el Salvador que vino al mundo para ofrecernos la redención y la vida eterna.

Si algún hermano o hermana en la fe tiene dudas sobre la celebración de la Navidad, lo más importante es recordar el mensaje central del Evangelio: el amor y la gracia de Dios manifestados en el regalo de Su Hijo. Recordemos siempre la importancia de vivir en unidad y amor, compartiendo la luz de Cristo con aquellos que nos rodean.

Autor: Padre Ignacio Andrade.

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