- La biblia dice que todos pecaron, pero la Iglesia afirma que María no pecó, ¿cómo se explica esto?
Bueno, sí, es verdad que la Biblia nos dice en Romanos 3, 23 que "por cuanto todos pecaron y están privados de la gloria de Dios". Esta afirmación, por supuesto, nos incluye a todos nosotros, ya que nadie es perfecto, y todos hemos cometido errores en algún momento de nuestras vidas. ¡Es un recordatorio constante de que todos necesitamos la misericordia y la gracia divina!
Ahora, cuando hablamos de la Virgen María, entramos en un terreno especial y asombroso. La doctrina de la Inmaculada Concepción sostiene que María fue concebida sin mancha de pecado original. Es un concepto que puede parecer un poco desconcertante al principio, pero tiene sus raíces en una profunda comprensión de la gracia de Dios y el plan de salvación.
Para empezar, echemos un vistazo a la Biblia. En el Evangelio según Lucas, el ángel Gabriel se le aparece a María y le dice: "Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo" (Lucas 1, 28). El término "llena de gracia" en griego es "kecharitomene", que implica una plenitud de gracia ya presente en ese momento. Algunos estudiosos señalan que esta plenitud de gracia desde el principio sugiere una ausencia de pecado original.
La Inmaculada Concepción se basa también en la tradición y la interpretación de la Iglesia a lo largo de los siglos. Desde los primeros días del cristianismo, los Padres de la Iglesia han reflexionado sobre la singularidad de María en su relación con Dios. San Agustín, por ejemplo, habló de María como una excepción única en la historia de la redención.
La doctrina fue formalmente proclamada como dogma por el Papa Pío IX en 1854. Pero aquí hay algo interesante: aunque la definición dogmática es relativamente reciente, la creencia en la Inmaculada Concepción ha estado presente en la Iglesia desde hace mucho tiempo, y se puede rastrear a través de escritos de santos y eruditos a lo largo de la historia.
Ahora bien, ¿por qué María fue preservada de la mancha del pecado original? La respuesta se encuentra en el plan divino de Dios para la salvación de la humanidad. Desde el principio, Dios tenía la intención de enviar a su Hijo, Jesucristo, como el Redentor del mundo. María, como madre de Jesús, desempeña un papel único en este plan de salvación.
Imagina la entrada triunfal de Jesús en el mundo como el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo (Juan 1, 29). ¿No tendría sentido que la madre de este Cordero fuera preservada de todo pecado para que pudiera ser un lugar puro y digno para la encarnación del Verbo de Dios?
Aquí es donde la Inmaculada Concepción se conecta maravillosamente con la redención que Cristo trajo al mundo. María, al ser preservada del pecado original, es un testimonio del poder redentor de su Hijo. La gracia que la llena desde el principio es una anticipación de la gracia que Jesús traería al mundo a través de su sacrificio en la cruz.
Es importante señalar que la Inmaculada Concepción no significa que María no necesitara la redención de Cristo. Más bien, anticipa esa redención de una manera única. María también necesitó la obra salvadora de su Hijo, pero de una manera preventiva, no correctiva. Fue preservada del pecado original por la gracia anticipada de Dios.
Esta enseñanza resalta la relación especial de María con Dios y su papel crucial en la historia de la salvación. Además, nos invita a reflexionar sobre la magnitud de la gracia divina y la extraordinaria manera en que Dios actúa en la historia humana para llevar a cabo su plan de amor y misericordia.
Entonces, mi querido amigo, la Inmaculada Concepción de María no contradice la verdad bíblica de que todos hemos pecado. Más bien, ilustra la maravillosa obra de Dios al preservar a María de la mancha del pecado para que pudiera desempeñar su papel único en la venida de nuestro Salvador, Jesucristo. ¡Qué hermosa es la historia de nuestra fe y cómo cada pieza encaja perfectamente en el rompecabezas divino de la redención!
Autor: Padre Ignacio Andrade.
El tema para mi es lo siguiente, algo muy sencillo que siempre me a llamado la atención y que si uno analiza las mujeres que no podian tener hijos y que por la gracia y disposicion de Dios lo tuvieron, pienso que como Ana y Joaquín no tuvieron hijos en su momento fértil, a traves de las oraciones Dios decidio darle a Ana lo que tanto anhelaba, y dio a luz en su vejez a Maria, la que seria la madre del hijo del ALTÍSIMO. Entonces ya ella, Maria, desde el inicio fue preservada de todo pecado y predestinada de esa manera para ser la Madre del Verbo Encarnado, que a su vez tendria que estar en un lugar "limpio" de todo pecado, lo que viene a ser el vientre materno de la madre totalmente "virgen" que significa la pureza en plenitud por la presencia de ese pequeño ser DIVINO en crecimiento y quien después del nacimiento solo su madre y algunos muy allegados a El sabian y estaban seguros que Él era el mesías que fuera anunciado en las escrituras desde hacia tiempo, es impresionante éste acontecimiento ya que el mismo Dios ha bajado del cielo para hacernos entender a todos aquellos que confiamos en Él, que esta con nosotros hasta el final de los tiempos.....Bendito sea Dios!!!
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