‘Hasta la pregunta ofende’… decimos cuando la respuesta es tan obvia que vuelve innecesaria la interrogación. Pero, además de inútil, puede tornarse agresiva si se pone en duda nuestra integridad u honestidad.
Me vino a la mente ese dicho al leer, no sin asombro, que un obispo de República Dominicana preguntó al Dicasterio para la Doctrina de la Fe si las madres solteras pueden comulgar.
Imagino la flojera que ha de sentir el cardenal Víctor Manuel Fernández al tener que contestar esa consulta episcopal, basada “en el rigorismo del clero”. Supongo que no todos los sacerdotes del prelado centroamericano son tan severos, pero sí deben conjuntar un número significativo, pues de no ser así, el obispo tendría que confesarse por hacerle perder el tiempo al Prefecto. Pero bueno. Seamos indulgentes y tratemos de encontrar las razones de tal prohibición.
Sabemos, de acuerdo al catecismo tradicional, que para acercarse a recibir la comunión un feligrés debe estar en gracia, es decir, sin pecado mortal. Una madre soltera, que ya se confesó y cumplió la penitencia: ¿no puede comulgar? ¿Será que, no obstante haber acudido al sacramento de la reconciliación, y haber obtenido la absolución por parte del confesor, permanece en su pecado?
No resulta difícil sospechar que detrás de esta exclusión hay una concepción muy distorsionada de la sexualidad. Como la maternidad surge de una relación sexual fuera del matrimonio y, por lo mismo, de un pecado, debe ser condenada… para siempre. No importa si la señora se arrepintió y fue absuelta de su pecado. Deberá cargar con esa mancha como en La letra escarlata, la novela de Nathaniel Hawthorne.
Esos curas tan intransigentes: ¿piensan lo mismo del empresario que explota a sus trabajadores, pero que va a misa los domingos y, sin confesarse -porque business are business- comulga? ¿Le niegan la eucaristía al político corrupto pero muy católico, y asiduo donador para las obras parroquiales?
Las injusticias sí las perdonan esos inclementes padrecitos, pero las faltas a la castidad no.
El Dicasterio responde que sí, que sí pueden acercarse a recibir la comunión esas damas, y finaliza su respuesta recordando las palabras de Francisco de Roma en su mensaje al Sínodo, en las que subraya el rostro femenino y materno de la Iglesia, y denuncia las actitudes machistas y dictatoriales de los ministros que se exceden en su servicio y maltratan al pueblo. Y al obispo preguntón le indican: “a usted le corresponde velar para que ese tipo de comportamientos no se den en su Iglesia local”. Órale.
Pro-vocación
Hoy cumple 87 años el papa Francisco. El paso del tiempo es implacable, y ya comienza a hablar de su muerte: le acaba de decir a Valentina Alazraki que desea ser sepultado en la Basílica de Santa María la Mayor. ¿Estará pensando también en su renuncia? Pronto lo sabremos. Mientras llega cualquiera de las dos: ¡feliz cumpleaños!
Autor: Padre José Francisco Gómez Hinojosa.
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