La Iglesia católica tiene varios días de precepto en los que los fieles deben asistir a misa. Todos los domingos del año son días de precepto, así como varias fechas importantes que caen en domingo, como el Domingo de Ramos, el Domingo de Pascua, el Domingo de Pentecostés y el Domingo de la Santísima Trinidad. Sin embargo, hay diez días de precepto que pueden no caer en domingo, y son los siguientes:
- La solemnidad de Santa María Madre de Dios, el 1 de enero
- La Epifanía (Día de Reyes), el 6 de enero
- San José, el 19 de marzo
- La Ascensión de Jesús al cielo, el jueves de la 6ª semana de Pascua
- Corpus Christi, el jueves después de la octava de Pentecostés
- San Pedro y san Pablo, el 29 de junio
- La Asunción de Nuestra Señora, el 15 de agosto
- Todos los Santos, el 1 de noviembre
- La Inmaculada Concepción, el 8 de diciembre
- La Navidad, el 25 de diciembre
Es importante tener en cuenta que algunas celebraciones que caen en días laborables pueden moverse al domingo siguiente, según las orientaciones de la conferencia episcopal de cada país.
Asistir a misa en estos días de precepto es una obligación para los católicos, aunque hay algunas excepciones. Por ejemplo, aquellos que están enfermos o cuidando a alguien enfermo, los que tienen una razón grave para no asistir, como una emergencia familiar, y los que no tienen acceso a una iglesia cercana no están obligados a asistir a misa en estos días de precepto.
Además, la obligación de asistir a misa en los días de precepto no se aplica a aquellos que no tienen la capacidad física o mental para hacerlo. Por ejemplo, los ancianos que no pueden salir de casa o los enfermos que están hospitalizados no están obligados a asistir a misa.
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