Oh Dios misericordioso y amoroso, Padre celestial, en este nuevo año que se despliega ante nosotros, elevamos nuestros corazones hacia Ti con humildad y gratitud. Te pedimos, Señor, que en este camino que se extiende ante nosotros, no nos separemos nunca de la mano de tu Hijo amado, Jesucristo.
Jesús, luz del mundo, guíanos con tu resplandor divino en cada paso que damos en cada día de este año que comienza. Permítenos caminar a tu lado, aprender de tus enseñanzas y seguir tu ejemplo de amor, compasión y servicio. Que tu presencia sea nuestra fortaleza, y que en cada desafío encontremos consuelo en tu amor redentor.
Virgen María, Madre tierna y protectora, ruega por nosotros y acompáñanos en este viaje. Intercede ante tu Hijo para que podamos vivir con fidelidad y devoción a Su voluntad. Enséñanos a decir "sí" como tú lo hiciste, con plena confianza en la providencia divina.
Espíritu Santo, fuente de sabiduría y consuelo, desciende sobre nosotros con tus dones. Ilumina nuestras mentes para comprender la voluntad de Dios y fortalece nuestros corazones para perseverar en la fe. Que tu fuego purificador nos renueve y nos lleve a una intimidad más profunda con la Trinidad divina.
En este año que inicia, confiamos en tu guía divina, oh Señor. Que podamos vivir de acuerdo con tu amor y gracia, manteniéndonos unidos a Jesús, María y el Espíritu Santo. Que cada día sea una oportunidad para crecer en santidad y acercarnos más a tu corazón misericordioso. Amén.
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