¿Qué significa renunciar a "las pompas" de Satanás en el rito del bautismo?


Primero que todo, hablemos de la palabra "pompas". En este contexto, "las pompas" de Satanás no se refieren a su desfile de carrozas extravagantes (¡no creo que tenga algo así!). Más bien, "pompas" en este sentido tiene un significado un poco más antiguo y específico: se refiere a las ostentaciones, a los esplendores y a las vanidades. En el rito del bautismo, cuando renunciamos a las "pompas" de Satanás, estamos diciendo "adiós" a todas esas cosas q
ue nos alejan de Dios, que nos distraen de su amor y de su voluntad para con nosotros.

Recuerda que el bautismo es un momento tan especial en nuestras vidas, es como un segundo nacimiento espiritual. Al sumergirnos en el agua bautismal, estamos simbólicamente compartiendo en la muerte y resurrección de Jesucristo. Este sacramento nos limpia del pecado original y nos llena del Espíritu Santo. ¡Es un regalo divino que nos une más estrechamente a Dios y a la familia de la Iglesia!

Al decir que renunciamos a las "pompas" de Satanás, estamos rechazando todo lo que se opone a la luz de Cristo. Como dice en el Catecismo de la Iglesia Católica en el párrafo 1237, "después de la caída, el bautismo es necesario para la salvación". Esto significa que estamos tomando una postura firme contra todo lo que aleja nuestros corazones del amor de Dios, como la soberbia, la codicia, la envidia y todas esas actitudes que Satanás intenta colarnos en la vida diaria.

Para entender mejor esta idea, echemos un vistazo a lo que nos enseña la Biblia. En el Evangelio de Mateo (4,1-11), Jesús pasa cuarenta días y cuarenta noches en el desierto siendo tentado por Satanás. En una de las tentaciones, el diablo lleva a Jesús a un monte muy alto y le muestra todos los reinos del mundo y su gloria. ¡Ahí es donde entran las "pompas"! Satanás intenta tentar a Jesús con la vanidad, la ostentación y el poder mundano. Pero Jesús, en su perfecta respuesta, le dice: "¡Vete, Satanás! Porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él solo servirás" (San Mateo 4,10).

Entonces, al renunciar a las "pompas" de Satanás en el bautismo, estamos siguiendo el ejemplo de Jesús y diciendo "no" a las ilusiones y atractivos que nos alejan de Dios. Estamos afirmando nuestra elección de adorar solo al Señor y de servirle con un corazón limpio y sincero.

Ahora bien, puede que te preguntes, ¿qué significa específicamente renunciar a estas "pompas"? Bueno, la Iglesia nos ayuda con una respuesta clara durante la liturgia del bautismo. Antes de recibir el sacramento, el sacerdote te preguntará, junto con tus padrinos, si renuncias a Satanás, a todas sus obras y a todas sus seducciones. Es un momento solemne pero lleno de significado, donde tú mismo, o a través de tus padrinos, afirmas tu deseo de apartarte de todo lo que va en contra del amor de Dios.

Aquí hay una cita bíblica que resume este compromiso: "No améis al mundo ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él" (1 Juan 2,15). Al renunciar a las "pompas" de Satanás, estamos diciendo que nuestro amor y nuestra lealtad no están en las cosas temporales y mundanas, sino en Dios y en su reino eterno.

Es importante recordar que esta renuncia no es simplemente un acto ritual; es un compromiso que afecta toda nuestra vida. Renunciar a las "pompas" de Satanás implica tomar decisiones diarias que reflejen nuestra elección de seguir a Cristo. Significa rechazar las tentaciones que nos llevan por caminos equivocados y buscar la santidad en todas las áreas de nuestra vida.

Además, no estamos solos en este viaje. Contamos con la gracia de Dios y el apoyo de la comunidad cristiana. El bautismo no solo nos llena del Espíritu Santo, sino que también nos integra a la gran familia de la Iglesia. Juntos, como hermanos y hermanas en Cristo, nos ayudamos mutuamente a vivir de acuerdo con nuestra profesión de fe y a mantenernos firmes en la renuncia a las "pompas" de Satanás.

Así que, mi querido amigo, al renunciar a las "pompas" de Satanás en el rito del bautismo, estamos dando un paso valiente hacia la luz de Cristo. Estamos diciendo "sí" al amor de Dios y "no" a todo lo que nos aleja de él. Que este compromiso sea una guía constante en tu vida, recordándote siempre que eres amado por un Dios que te llama a la santidad y a la plenitud de vida en Él. ¡Bendiciones en tu camino de fe!

Autor: Padre Ignacio Andrade.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Publicaciones más leídas del mes

Donaciones:

BÚSCANOS EN FACEBOOK