El cierre temporal de "La Sacristía de la Vendée" fue anunciado por su director, el sacerdote de Toledo Francisco José Delgado, quien declaró en un vídeo-comunicado: "Suspendemos todos los programas hasta nuevo aviso". Aunque aseguró que el espacio digital seguirá operativo y los vídeos anteriores estarán disponibles, cada uno de los curas participantes mantendrá su presencia en redes sociales.
La decisión de suspender las emisiones llega tras la polémica generada por un comentario durante un programa emitido el 22 de febrero, según reveló Vida Nueva, donde uno de los participantes expresó entre risas y con respaldo explícito de sus compañeros: "Rezo mucho para que el Papa pueda ir al cielo cuanto antes", lo que se entendió como un deseo porque el papa muriera pronto.
Delgado explicó que la decisión de suspender los programas fue tomada "después de mucha reflexión y por nuestra propia voluntad, queriendo evitar poner a nuestros obispos ante la difícil decisión de conceder la victoria a nuestros enemigos, hemos decidido hacer una retirada estratégica".
En su declaración, Delgado negó que las palabras emitidas previamente conllevaran un deseo malintencionado y reiteró su inocencia frente a las acusaciones en su contra. Expresó temores por la seguridad de su sacerdocio y confió en que la justicia prevalezca sobre la maldad y la calumnia. "Nos declaramos inocentes ante los que nos han condenado sin pruebas y sin juicios basados solo en la mentira, de los que ha afirmado que hemos deseado algún tipo de mal para Francisco o que de alguna manera nosotros nos hemos apartado de la comunión con él".
Asimismo, Delgado mencionó que siempre contó con el apoyo explícito del arzobispo de Toledo, Francisco Cerro, quien lo alentó en su labor. Sin embargo, se presentó como víctima de denuncias directas y ataques de enemigos, a quienes acusó de buscar su destrucción y la de la Iglesia. "enemigos que no han dudado en atacarnos, a veces a cara descubierta y otras veces, muchas, desde la cobardía del anonimato".
Respecto a la controversia que llevó a la suspensión del programa, Delgado reconoció que habían cometido errores y ofreció disculpas voluntarias. "Nosotros, a pesar de las informaciones falsas que se han difundido, hemos querido pedir disculpas voluntariamente, disculpas que reiteramos". Criticó a aquellos a los que considera enemigos, acusándolos de tener intenciones perversas contra la fe.
Delgado se identificó como portavoz de los cristianos cansados de lo que perciben como traiciones a la verdad de Cristo por parte de algunos líderes eclesiásticos. Se despidió perdonando a sus enemigos y rezando por su conversión, concluyendo con el grito "Viva Cristo Rey".
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