¿Qué significa "Dios verdadero de Dios verdadero" en el Credo?


Qué bueno que me hagas esa pregunta tan importante sobre el Credo. Es algo que todos nosotros, como católicos, recitamos en la Misa y en otras ocasiones importantes de nuestra vida de fe, pero a veces no profundizamos lo suficiente en lo que estamos diciendo. Así que, vamos a desglosar ese pedacito del Credo que dice "Dios verdadero de Dios verdadero".

Cuando decimos "Dios verdadero de Dios verdadero", estamos afirmando una verdad fundamental de nuestra fe: que Jesucristo, el Hijo de Dios, es verdaderamente divino y que proviene del mismo ser que el Padre. Esto es algo crucial porque nos recuerda la naturaleza única y eterna de Jesús como el Hijo de Dios.

Para entender mejor esto, es útil mirar lo que la Iglesia nos enseña en el Catecismo. En el párrafo 468, el Catecismo de la Iglesia Católica nos dice: "El confesar que el Hijo es consubstancial al Padre es afirmar que él es de la misma substancia que el Padre, es decir, uno solo Dios con Él".

Esto significa que Jesucristo comparte la misma naturaleza divina que el Padre. No es simplemente un hombre excepcional o un gran profeta, sino que es Dios mismo, hecho hombre por amor a nosotros. Y cuando decimos "Dios verdadero de Dios verdadero", estamos subrayando esta verdad: Jesucristo no es una especie de reflejo de Dios, ni es una mera criatura elevada, sino que es verdaderamente Dios en sí mismo, igual al Padre en su divinidad.

Ahora, ¿por qué es importante entender esto? Bueno, primero que todo, nos ayuda a comprender la profundidad del amor de Dios por nosotros. Al enviar a su Hijo, Jesucristo, al mundo, Dios nos está revelando su propio ser divino. Como dice el Evangelio de Juan (San Juan 3.16): "Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo único, para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna".

Cuando entendemos que Jesucristo es "Dios verdadero de Dios verdadero", podemos apreciar mejor el sacrificio que hizo por nosotros en la cruz. No fue simplemente un hombre bueno que murió trágicamente; fue el Hijo de Dios, quien se entregó por completo por amor a nosotros, para redimirnos del pecado y reconciliarnos con el Padre.

Además, comprender la divinidad de Jesucristo nos ayuda a entender mejor su papel en nuestra salvación. Como Dios hecho hombre, Jesús es el único mediador entre Dios y los hombres (1 Timoteo 2,5). Él es nuestro puente hacia el Padre, nuestra única esperanza de salvación.

Entonces, la próxima vez que recites el Credo y llegues a la parte que dice "Dios verdadero de Dios verdadero", recuerda lo que realmente estás afirmando: que Jesucristo es el Hijo de Dios, igual al Padre en su divinidad, quien vino al mundo por amor a nosotros, para mostrarnos el camino hacia la vida eterna.

Espero que esta explicación te haya ayudado a comprender mejor esta verdad de nuestra fe, mi amigo. Si tienes más preguntas o si hay algo más en lo que pueda ayudarte, no dudes en decírmelo. Estoy aquí para ti en tu camino de fe. ¡Que Dios te bendiga abundantemente!

Autor: Padre Ignacio Andrade.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Publicaciones más leídas del mes

Donaciones:

BÚSCANOS EN FACEBOOK