La idea de la "Fraternidad Universal" es realmente fascinante y, a veces, puede suscitar algunas dudas o malentendidos, especialmente cuando se vincula con la masonería. Pero déjame asegurarte, desde mi perspectiva como sacerdote católico, que el concepto de Fraternidad Universal no pertenece a la masonería ni tiene sus raíces en ella.
Primero, vamos a entender qué significa la Fraternidad Universal. En pocas palabras, se refiere a la idea de que todos los seres humanos somos parte de una misma familia, que compartimos una conexión y un vínculo común como hijos de Dios. Es la noción de que, a pesar de nuestras diferencias, ya sean culturales, religiosas o étnicas, todos estamos llamados a vivir en armonía y respeto mutuo.
Desde una perspectiva católica, este concepto está arraigado en los principios fundamentales de nuestra fe. En el Evangelio de Mateo, Jesús nos enseña el gran mandamiento del amor: "Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente. Este es el primero y gran mandamiento. Y el segundo es semejante a éste: Amarás a tu prójimo como a ti mismo" (Mateo 22,37-39). Aquí, Jesús nos está llamando a amar a Dios y a amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos, sin distinción de raza, religión o condición social.
Además, en la carta de San Pablo a los Gálatas, encontramos estas palabras inspiradoras: "Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús" (Gálatas 3,28). Este pasaje nos recuerda que, en Cristo, todas las divisiones humanas son superadas y que estamos llamados a vivir en unidad y fraternidad.
Entonces, ¿por qué algunas personas asocian la Fraternidad Universal con la masonería? Bueno, en parte puede ser debido a la terminología similar que a veces se utiliza en ambos contextos. La masonería a menudo habla de la "Fraternidad" como uno de sus valores fundamentales. Sin embargo, es importante destacar que la concepción de la Fraternidad en la masonería puede tener connotaciones diferentes a las que tenemos como católicos.
La Fraternidad en la masonería a menudo se entiende en un sentido más secular, basado en principios éticos y morales universales, pero sin necesariamente referirse a una relación con Dios o a una comunidad de fe. En cambio, para nosotros como católicos, la Fraternidad está intrínsecamente ligada a nuestra relación con Dios y al llamado a vivir según los principios del Evangelio.
Además, la masonería ha sido objeto de cierta controversia en la historia de la Iglesia Católica. En el pasado, la Iglesia ha emitido algunas declaraciones que desaconsejan la afiliación a la masonería, principalmente debido a preocupaciones sobre sus rituales secretos y su supuesta incompatibilidad con la fe católica. Sin embargo, es importante señalar que estas declaraciones no están necesariamente dirigidas contra el concepto de Fraternidad Universal en sí mismo, sino más bien contra ciertas prácticas asociadas con la masonería.
Entonces, ¿cómo podemos reconciliar la idea de la Fraternidad Universal con nuestra fe católica y al mismo tiempo respetar las preocupaciones legítimas que la Iglesia ha expresado sobre la masonería? En mi opinión, podemos hacerlo reconociendo que el llamado a la Fraternidad Universal es un principio profundamente arraigado en nuestra fe, que nos llama a amar y respetar a todos nuestros hermanos y hermanas en la humanidad, independientemente de sus creencias o afiliaciones.
Al mismo tiempo, también podemos ser conscientes de las enseñanzas de la Iglesia sobre la importancia de discernir cuidadosamente nuestras asociaciones y evitar cualquier cosa que pueda comprometer nuestra fe o alejarnos del camino de Cristo. Esto no significa necesariamente rechazar a aquellos que pertenecen a la masonería, sino más bien ser prudentes en nuestras interacciones y asegurarnos de que nuestro compromiso con la Fraternidad Universal esté enraizado en nuestra relación con Dios y en nuestros valores cristianos.
En resumen, la Fraternidad Universal es un concepto profundamente arraigado en la fe católica, que nos llama a amar y respetar a todos nuestros hermanos y hermanas en la humanidad. Si bien puede haber algunas asociaciones históricas entre este concepto y la masonería, es importante reconocer que la Fraternidad Universal no es exclusiva de ninguna tradición en particular y que, como católicos, estamos llamados a vivirla de acuerdo con los principios del Evangelio y la enseñanza de la Iglesia.
Autor: Padre Ignacio Andrade.
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